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jueves, 27 de junio de 2019

¿Qué debemos hacer en estos tiempos- los tiempos del fin?


También les dijo una parábola:  Mirad la higuera y todos los árboles. Cuando ya brotan,  viéndolo,  sabéis por vosotros mismos que el verano está ya cerca. Así también vosotros,  cuando veáis que suceden estas cosas,  sabed que está cerca el reino de Dios. De cierto os digo,  que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca. El cielo y la tierra pasarán,  pero mis palabras no pasarán. Mirad también por vosotros mismos,  que vuestros corazones no se carguen de glotonería y embriaguez y de los afanes de esta vida,  y venga de repente sobre vosotros aquel día. Porque como un lazo vendrá sobre todos los que habitan sobre la faz de toda la tierra. Velad,  pues,  en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán,  y de estar en pie delante del Hijo del Hombre.
(Lucas 21:29-36 RV60)


De la higuera aprended la parábola:  Cuando ya su rama está tierna,  y brotan las hojas,  sabéis que el verano está cerca. Así también vosotros,  cuando veáis que suceden estas cosas,  conoced que está cerca,  a las puertas. De cierto os digo,  que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca. El cielo y la tierra pasarán,  pero mis palabras no pasarán. Pero de aquel día y de la hora nadie sabe,  ni aun los ángeles que están en el cielo,  ni el Hijo,  sino el Padre. Mirad,  velad y orad;  porque no sabéis cuándo será el tiempo. Es como el hombre que yéndose lejos,  dejó su casa,  y dio autoridad a sus siervos,  y a cada uno su obra,  y al portero mandó que velase. Velad,  pues,  porque no sabéis cuándo vendrá el señor de la casa;  si al anochecer,  o a la medianoche,  o al canto del gallo,  o a la mañana; para que cuando venga de repente,  no os halle durmiendo. Y lo que a vosotros digo,  a todos lo digo:  Velad.
(Marcos 13:28-37 RV60)


Por tanto,  también vosotros estad preparados;  porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis.  ¿Quién es,  pues,  el siervo fiel y prudente,  al cual puso su señor sobre su casa para que les dé el alimento a tiempo? Bienaventurado aquel siervo al cual,  cuando su señor venga,  le halle haciendo así. De cierto os digo que sobre todos sus bienes le pondrá.
(Mateo 24:44-47 RV60)


1. Confiar en Dios - los que esperan en él no serán avergozados y el justo vivirá por su fildelidad y confianza.

2. Orad en todo tiempo - para ser tenidos por digno de estar delante de él, el que es justo practique la justicia y el que es santo santifiquese más.

3. Proclamar la buenas nuevas - preparar el camino delante del Señor, predicar el evangelio a los perdidos que están en la oscuridad de las tinieblas de este mundo malvado y perverso; alimentar las almas de los salvos con la bendita Palabra de Dios.

domingo, 16 de junio de 2019

¿Por qué Dios permite la maldad?

Hoy día vemos que a lo bueno le dicen malo; y a lo malo le dicen bueno. El mundo está literalmente alrevés y la maldad parece no tener límites. ¿Hasta cuando Señor tu permitiras estas cosas?

Y yo oí,  mas no entendí.  Y dije:  Señor mío,   ¿cuál será el fin de estas cosas? El respondió:  Anda,  Daniel,  pues estas palabras están cerradas y selladas hasta el tiempo del fin. Muchos serán limpios,  y emblanquecidos y purificados;  los impíos procederán impíamente,  y ninguno de los impíos entenderá,  pero los entendidos comprenderán.
(Daniel 12:8-10 RV60)

Y me dijo:  No selles las palabras de la profecía de este libro,  porque el tiempo está cerca. El que es injusto,  sea injusto todavía;  y el que es inmundo,  sea inmundo todavía;  y el que es justo,  practique la justicia todavía;  y el que es santo,  santifíquese todavía.
(Apocalipsis 22:10-11 RV60)

Notemos que en la profecía de Daniel las palabras están selladas hasta el tiempo del fin pero en la profecía de Apocalipsis no. Si combinamos ambas profecías tenemos esto:

Muchos serán limpios,  y emblanquecidos y purificados;  los impíos procederán impíamente,  y ninguno de los impíos entenderá (El que es injusto,  sea injusto todavía;  y el que es inmundo,  sea inmundo todavía),  pero los entendidos comprenderán (y el que es justo,  practique la justicia todavía;  y el que es santo,  santifíquese todavía.)

La cual nos habla de la realidad de nuestros días. La maldad aumenta y nosotros debemos apartarnos más de ella (santificarnos). ¿Hasta cuándo?

Vinieron entonces los siervos del padre de familia y le dijeron:  Señor,  ¿no sembraste buena semilla en tu campo?  ¿De dónde,  pues,  tiene cizaña? El les dijo:  Un enemigo ha hecho esto. Y los siervos le dijeron:  ¿Quieres,  pues,  que vayamos y la arranquemos? El les dijo:  No,  no sea que al arrancar la cizaña,  arranquéis también con ella el trigo. Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega;  y al tiempo de la siega yo diré a los segadores:  Recoged primero la cizaña,  y atadla en manojos para quemarla;  pero recoged el trigo en mi granero.
(Mateo 13:27-30 RV60)

Dejad crecer juntamente lo uno (la maldad) y lo otro (los santos) hasta la siega;  y al tiempo de la siega.

Jesús lo explicó de esta manera.

Respondiendo él,  les dijo:  El que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre. El campo es el mundo;  la buena semilla son los hijos del reino,  y la cizaña son los hijos del malo. El enemigo que la sembró es el diablo;  la siega es el fin del siglo;  y los segadores son los ángeles. De manera que como se arranca la cizaña,  y se quema en el fuego,  así será en el fin de este siglo. Enviará el Hijo del Hombre a sus ángeles,  y recogerán de su reino a todos los que sirven de tropiezo,  y a los que hacen iniquidad, y los echarán en el horno de fuego;  allí será el lloro y el crujir de dientes. Entonces los justos resplandecerán como el sol en el reino de su Padre. El que tiene oídos para oír,  oiga.
(Mateo 13:37-43 RV60)

Lo cuál se encuentra también en el Salmo 37.

No te impacientes a causa de los malignos,
 Ni tengas envidia de los que hacen iniquidad. Porque como hierba serán pronto cortados,
 Y como la hierba verde se secarán. Confía en Jehová,  y haz el bien;
 Y habitarás en la tierra,  y te apacentarás de la verdad. Deléitate asimismo en Jehová,
 Y él te concederá las peticiones de tu corazón. Encomienda a Jehová tu camino,
 Y confía en él;  y él hará. Exhibirá tu justicia como la luz,
 Y tu derecho como el mediodía. Guarda silencio ante Jehová,  y espera en él.
 No te alteres con motivo del que prospera en su camino,
 Por el hombre que hace maldades. Deja la ira,  y desecha el enojo;
 No te excites en manera alguna a hacer lo malo. Porque los malignos serán destruidos,
 Pero los que esperan en Jehová,  ellos heredarán la tierra. Pues de aquí a poco no existirá el malo;
 Observarás su lugar,  y no estará allí. Pero los mansos heredarán la tierra,
 Y se recrearán con abundancia de paz. Maquina el impío contra el justo,
 Y cruje contra él sus dientes; El Señor se reirá de él;
 Porque ve que viene su día. Los impíos desenvainan espada y entesan su arco,
 Para derribar al pobre y al menesteroso,
 Para matar a los de recto proceder. Su espada entrará en su mismo corazón,
 Y su arco será quebrado. Mejor es lo poco del justo,
 Que las riquezas de muchos pecadores. Porque los brazos de los impíos serán quebrados;
 Mas el que sostiene a los justos es Jehová. Conoce Jehová los días de los perfectos,
 Y la heredad de ellos será para siempre. No serán avergonzados en el mal tiempo,
 Y en los días de hambre serán saciados. Mas los impíos perecerán,
 Y los enemigos de Jehová como la grasa de los carneros
 Serán consumidos;  se disiparán como el humo. El impío toma prestado,  y no paga;
 Mas el justo tiene misericordia,  y da. Porque los benditos de él heredarán la tierra;
 Y los malditos de él serán destruidos. Por Jehová son ordenados los pasos del hombre,
 Y él aprueba su camino. Cuando el hombre cayere,  no quedará postrado,
 Porque Jehová sostiene su mano. Joven fui,  y he envejecido,
 Y no he visto justo desamparado,
 Ni su descendencia que mendigue pan. En todo tiempo tiene misericordia,  y presta;
 Y su descendencia es para bendición. Apártate del mal,  y haz el bien,
 Y vivirás para siempre. Porque Jehová ama la rectitud,
 Y no desampara a sus santos.
 Para siempre serán guardados;
 Mas la descendencia de los impíos será destruida. Los justos heredarán la tierra,
 Y vivirán para siempre sobre ella. La boca del justo habla sabiduría,
 Y su lengua habla justicia. La ley de su Dios está en su corazón;
 Por tanto,  sus pies no resbalarán. Acecha el impío al justo,
 Y procura matarlo. Jehová no lo dejará en sus manos,
 Ni lo condenará cuando le juzgaren. Espera en Jehová,  y guarda su camino,
 Y él te exaltará para heredar la tierra;
 Cuando sean destruidos los pecadores,  lo verás. Vi yo al impío sumamente enaltecido,
 Y que se extendía como laurel verde. Pero él pasó,  y he aquí ya no estaba;
 Lo busqué,  y no fue hallado. Considera al íntegro,  y mira al justo;
 Porque hay un final dichoso para el hombre de paz. Mas los transgresores serán todos a una destruidos;
 La posteridad de los impíos será extinguida. Pero la salvación de los justos es de Jehová,
 Y él es su fortaleza en el tiempo de la angustia. Jehová los ayudará y los librará;
 Los libertará de los impíos,  y los salvará,
 Por cuanto en él esperaron.
(Salmos 37:1-40 RV60)


Recordemos...

Mía es la venganza y la retribución;
 A su tiempo su pie resbalará,
 Porque el día de su aflicción está cercano,
 Y lo que les está preparado se apresura.
(Deuteronomio 32:35 RV60)