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miércoles, 22 de julio de 2020

Edificando nuestra Fé



Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.
(Hebreos 11:1 RV60)

La palabra fé significa mucho más que creer, realmente significa ser fiel. Una definición más acertada es “confianza que produce fidelidad y lealtad”. Yo confío en Dios y le soy fiel y leal, eso es tener fé.

La fé viene por el oir la Palabra de Dios. Podemos aumentar nuestra fé leyendo las profecías que se han cumplido. De esta forma tendremos certeza que las que aún no se han cumplido se cumplirán. La profecía es un mensaje o revelación de Dios de un acontecimiento futuro.

Profecía de Jonás

La profecía de Jonás nos habla, además de la muerte y resurrección de Jesús, de la destrucción de Jerusalén por falta de arrepentimiento. El pueblo de Nínive se arrepintió a la predicación de Jonás y su ciudad no fue destruída. Jerusalén no se arrepintió a la predicación de Jesús y la ciudad fue destruída 40 años después, año 70 D.C.

Y apiñándose las multitudes, comenzó a decir:  Esta generación es mala; demanda señal, pero señal no le será dada, sino la señal de Jonás. Porque así como Jonás fue señal a los ninivitas, también lo será el Hijo del Hombre a esta generación. La reina del Sur se levantará en el juicio con los hombres de esta generación, y los condenará; porque ella vino de los fines de la tierra para oír la sabiduría de Salomón, y he aquí más que Salomón en este lugar. Los hombres de Nínive se levantarán en el juicio con esta generación, y la condenarán; porque a la predicación de Jonás se arrepintieron, y he aquí más que Jonás en este lugar.
(Lucas 11:29-32 RV60)

Jonás profetizó que la ciudad de Nínive sería destruída en 40 días.

Y comenzó Jonás a entrar por la ciudad, camino de un día, y predicaba diciendo:  De aquí a cuarenta días Nínive será destruida.
(Jonás 3:4 RV60)

Para entender la profecía tenemos que Dios asigna 1 año por cada día como lo vemos en la Torá y en la profecía de Ezequiel.

Conforme al número de los días, de los cuarenta días en que reconocisteis la tierra, llevaréis vuestras iniquidades cuarenta años, un año por cada día; y conoceréis mi castigo.
(Números 14:34 RV60)



Cumplidos éstos, te acostarás sobre tu lado derecho segunda vez, y llevarás la maldad de la casa de Judá cuarenta días; día por año, día por año te lo he dado.
(Ezequiel 4:6 RV60)

30 D.C. + 40 años = 70 D.C.

Así, pues, fué tomada la ciudad de Jerusalén el segundo año del imperio de Vespasiano, a ocho días del mes de septiembre, y habiendo sido antes tomada cinco veces, ahora fué del todo destruida.
 (Capítulo XVIII, La Guerra de los Judíos VII – Flavio Josefo)

En el año 30 D.C., cuando Jesús entró por última vez a la ciudad de Jerusalén, profetizó de su destrucción.

Y cuando llegó cerca de la ciudad, al verla, lloró sobre ella, diciendo: ¡Oh, si también tú conocieses, a lo menos en este tu día, lo que es para tu paz!  Mas ahora está encubierto de tus ojos. Porque vendrán días sobre ti, cuando tus enemigos te rodearán con vallado, y te sitiarán, y por todas partes te estrecharán, y te derribarán a tierra, y a tus hijos dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra, por cuanto no conociste el tiempo de tu visitación. Y entrando en el templo, comenzó a echar fuera a todos los que vendían y compraban en él,
(Lucas 19:41-45 RV60)

Daniel también lo había profetizado.

Y después de las sesenta y dos semanas se quitará la vida al Mesías, y no por sí: y el pueblo de un príncipe que ha de venir, destruirá á la ciudad y el santuario; con inundación será el fin de ella, y hasta el fin de la guerra será talada con asolamientos. Y en otra semana confirmará el pacto á muchos, y á la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda: después con la muchedumbre de las abominaciones será el desolar, y esto hasta una entera consumación; y derramaráse la ya determinada sobre el pueblo asolado.
(Daniel 9:26-27 SRV)

Profecía de Oseas

La profecía de Oséas nos habla, de entre otras cosas, del futuro de Israel, su restauración y el reino milenial (1ra resurreción). Israel fue divido en dos reinos que luego fueron destruidos. El reino del Norte (también conocido como reino de Israel porque la mayoría de las 12 tribus – 10 de ellas- se ubicaron ahí) fue destruido por los Asirios. Solo quedó el reino del Sur (también conocido como reino de Judá porque sólo 2 tribus quedaron, Judá y Benjamín) fue destruido más tarde por los Babilonios.

Hablando el profeta acerca de la destrucción del reino del Norte nos dice que retornarián después de dos días y al tercer día vivirián delante de Dios.

Venid y volvamos a Jehová; porque él arrebató, y nos curará; hirió, y nos vendará. Nos dará vida después de dos días; en el tercer día nos resucitará, y viviremos delante de él.
(Oseas 6:1-2 RV60)

Lo mismo que en la profecía de Jonás tenemos que para Dios un día es como mil años.

Mas, oh amados, no ignoréis esto:  que para con el Señor un día es como mil años, y mil años como un día.
(2 Pedro 3:8 RV60)

Porque mil años delante de tus ojos
 Son como el día de ayer, que pasó,
 Y como una de las vigilias de la noche.
(Salmos 90:4 RV60)

Podemos entender la profecía de Oséas comoNos dará vida después de dos mil años; en el tercer milenio nos resucitará, y viviremos delante de él.

Sólo las tribus de Judá y Benjamín regresaron a la tierra de Israel después del cautiverio de 70 años en Babilonia. Las otras 10 tribus continuaron dispersas. Sin embargo las tribus de Judá y Benjamín volvieron a ser dispersadas como vemos en la profecía de Zacarías, cuando el Mesías (el buen pastor de Israel Juan- 10:11) fue crucificado y más tarde la ciudad de Jerusalén destruida dando comienzo a la diáspora judía. Vemos en el libro de Hechos de los Apóstoles el comienzo de la dispersión (la persecusión) y más tarde las guerras de Judea contra Roma (ver historiado Flavio Josefo) causando la destrucción de la ciudad de Jerusalén y su templo; y el cautiverio de los Judíos por todo el imperio romano.

Entonces Jesús les dijo:  Todos vosotros os escandalizaréis de mí esta noche; porque escrito está:  Heriré al pastor, y las ovejas del rebaño serán dispersadas.
(Mateo 26:31 RV60)

Levántate, oh espada, contra el pastor, y contra el hombre compañero mío, dice Jehová de los ejércitos.  Hiere al pastor, y serán dispersadas las ovejas; y haré volver mi mano contra los pequeñitos.
(Zacarías 13:7 RV60)

Y caerán a filo de espada, y serán llevados cautivos a todas las naciones; y Jerusalén será hollada por los gentiles, hasta que los tiempos de los gentiles se cumplan.
(Lucas 21:24 RV60)

Tomando el año 30 D.C. como punto de partida de la dispersión y sumando 2 mil años tenemos:

30 D.C. + 2 mil años = 2030 D.C.

En el año 1948 D.C. la nación de Israel volvió a formarse después de casi 2 mil años en el exilio (desde el año 135 D.C. cuando Roma derrotó finalmente a los Judíos dispersándolos nuevamente). Después de dos milenios, el segundo milenio comenzó en el año 1030 D.C., la nación de Israel volvió a nacer y muchos Judíos han regresado a la tierra de Israel como fue profetizado por Oséas: “nos dará vida después de 2 días”.

Ahora falta el cumplimiento futuro de la resurrección que será al comienzo del tercer milenio: “en el tercer día nos resucitará”.

En la Torá vemos que Dios le dijo al pueblo hebreo que se santificarán  y lavasen sus vestidos en dos días porque al tercer día descendería.

Y Jehová dijo a Moisés:  Ve al pueblo, y santifícalos hoy y mañana; y laven sus vestidos, y estén preparados para el día tercero, porque al tercer día Jehová descenderá a ojos de todo el pueblo sobre el monte de Sinaí.
(Éxodo 19:10-11 RV60)

Lavar los vestidos tiene que ver con arrepentimiento y perdón de los pecados, esto sólo se logra reconociendo la obra expiatoria de Jesús el Mesías. El tercer día es el comienzo del reino milenial, la primera resurrección como vemos en la profecía de Apocalipsis.

Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre éstos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo,  y reinarán con él mil años.
(Apocalipsis 20:6 RV60)

  
Resumiendo la profecía de Oséas tenemos:

30 D.C. =  comienzo de la dispersión de las ovejas (Israel)
1030 D.C. = comienzo del 2ndo milenio (re-nacimiento de Israel)
2030  D. C.=  comienzo del tercer milenio  (resurrección de Israel)


Profecía de Daniel

La profecía de Daniel nos habla del plan de Dios para expiar los pecados de su pueblo. Específicamente nos dá la fecha del comienzo del ministerio del Mesías y de su muerte, además del final del sacerdocio levítico.

Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para acabar la prevaricación, y concluir el pecado, y expiar la iniquidad; y para traer la justicia de los siglos, y sellar la visión y la profecía, y ungir al Santo de los santos. Sepas pues y entiendas, que desde la salida de la palabra para restaurar y edificar á Jerusalem hasta el Mesías Príncipe, habrá siete semanas, y sesenta y dos semanas; tornaráse á edificar la plaza y el muro en tiempos angustiosos. Y después de las sesenta y dos semanas se quitará la vida al Mesías, y no por sí: y el pueblo de un príncipe que ha de venir, destruirá á la ciudad y el santuario; con inundación será el fin de ella, y hasta el fin de la guerra será talada con asolamientos. Y en otra semana confirmará el pacto á muchos, y á la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda: después con la muchedumbre de las abominaciones será el desolar, y esto hasta una entera consumación; y derramaráse la ya determinada sobre el pueblo asolado.
(Daniel 9:24-27 SRV)

Nuevamente tenemos que Dios asigna 1 día por cada año entendiéndose entonces que tenemos 70 semanas de 7 días que equivale a 490 años (70 x 7). En 490 años
se pondría fin al pecado de Israel mediante la expiación de una vez para siempre por medio del Mesías quien sería ungido y establecería la justicia perdurable cumpliéndose así las profecías acerca de él.

Para calcular la fecha de la aparición del Mesías tomaremos en cuenta el decreto para restaurar y edificar a Jerusalén. El Mesías aparecería en la semana 69.

7 semanas + 62 semanas = 69 semanas x 7 = 483 años + 1 (año cero no existe)

Hubieron 4 decretos para salir a reconstruir el templo, la ciudad y sus murallas.

Ciro II         36 A.C.   (536 A.C. + 483 años = 55 D.C.)
Dario I        520 A.C. (520 A.C. + 483 años =  37 D.C.)
Artajerjes I  457 A.C. (457 A.C. + 483 años = 27 D.C.)
Artajerjes I  444 A.C. (444 A.C. + 483 años = 40 D.C.)

  
En Lucas tenemos que Jesús tenía cerca de 30 años cuando fue bautizado (ungido por Dios).

Aconteció que cuando todo el pueblo se bautizaba,  también Jesús fue bautizado;  y orando,  el cielo se abrió, y descendió el Espíritu Santo sobre él en forma corporal,  como paloma,  y vino una voz del cielo que decía:  Tú eres mi Hijo amado;  en ti tengo complacencia. Jesús mismo al comenzar su ministerio era como de treinta años,  hijo,  según se creía,  de José,  hijo de Elí,
(Lucas 3:21-23 RV60)

Por lo tanto la fecha del decreto para restaurar y edificar a Jerusalén mencionada en la profecía de Daniel tiene que ser el año 457 A.C.

Artajerjes I  457 A.C. (457 A.C. + 483 años = 27 D.C.)

Artajerjes, rey de los reyes, á Esdras sacerdote, escriba perfecto de la ley del Dios del cielo: Salud, etc. Por mí es dado mandamiento, que cualquiera que quisiere en mi reino, del pueblo de Israel y de sus sacerdotes y Levitas, ir contigo á Jerusalem, vaya.
(Esdras 7:12-13 SRV)

Esto nos dá que el bautismo y comienzo del ministerio de Jesús fue en el año 27 D.C.
Podemos calcular la fecha de la muerte del Mesías tomando en cuenta la última semana, la semana 70.

"a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda" ( 3 años y medio ó 3 años, 27 D.C. + 3 años = 30 DC.)

Podemos corroborar la fecha con la profecía de Jonás.

Profecía de Jonás (70 D.C. - 40 años = 30 D.C.)

Daniel 9:26 es un resumen de la última semana
Y después de las sesenta y dos semanas se quitará la vida al Mesías, mas no por sí;  y el pueblo de un príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario;  y su fin será con inundación,  y hasta el fin de la guerra durarán las devastaciones.
(Daniel 9:26 RV60)

Daniel 9:27 detalla la última semana. 

Y en otra semana confirmará el pacto á muchos, y á la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda: después con la muchedumbre de las abominaciones será el desolar, y esto hasta una entera consumación; y derramaráse la ya determinada sobre el pueblo asolado.
(Daniel 9:27 SRV)


En resumen, la profecía de Daniel fue cumplida con el bautismo de Jesús, su muerte y la destrucción del templo.

1. Se unge el Santo de los santos. (Bautismo de Jesús)
2. Se confirma el Pacto con muchos por una semana.
(Nuevo Pacto)
3. A la mitad de la semana se hace cesar el sacrificio y la ofrenda.
(Crucificción)
4. Se quita la vida al Mesías, mas no por sí.
(Crucificción)
5. Se pone fin a la transgresión.
(Crucificción)
6. Se pone fin al pecado.
(Crucificción)
7. La iniquidad es expiada.
(Crucificción)
8. La justicia perdurable se establece.
(Crucificción)
9. La visión y la profecía es sellada.
(Crucificción)
10. Jerusalén y el Templo son destruidos (año 70 D.C.)

Ver comentario sobre la profecía de Daniel para más detalles.


 Profecía de Jesús

La profecía de Jesús, en Mateo 24, nos habla de la destrucción del templo y la ciudad de Jerusalén, del fin de la era del sacerdocio levítico, y de la segunda venida del Mesías.

Y estando sentado en el monte de los Olivos, se le acercaron los discípulos en privado, diciendo: Dinos, ¿cuándo será esto, y cuál° la señal de tu venida,° y de la consumación de la era?
(Mateo 24:3 BTX3)

¿Cuándo será el templo destruido? ¿Cuándo será la señal de venida y del fin de la era del sacerdocio levítico?  Si el templo va a ser destruido los que ministran en el templo no podrán hacerlo más por lo tanto su sacerdocio termina, es el fin de esa era. La palabra griega usada aquí es aión que significa era, y no kosmos que significa mundo.


Señales del fin de la era del sacerdocio levítico:

1. Falsos mesías (Hechos 5:36-37, Hechos 8:9-11) – Teudas, Judas el Galileo, Simón el Mago (Antigüedades Judías – Libro XX, La Guerra de los Judíos – Libro II y VI - Flavio Josefo), 1 Juan 2:18 y 4:1
2. Guerras y rumores de guerras (Libro Primero de las Historias de Cayo Cornelio Tácito (69 – 70 d.C.) y La Guerra de los Judíos – Libro IV (67 – 69 d.C.)
3. Hambres (Hechos 11:28) - La Guerra de los Judíos – Libro VI (70 d.C.)
4. Pestilencias (Cayo Cornelio Tácito. Anales, Libro XVI; Las Guerras de los Judíos – Libro VI (70 d.C.)).
5. Terremotos (Mateo 27:54, 28:2; Hechos 16:26) - Cayo Cornelio Tácito. Anales, Libro XII, XIV, XV; La Guerra de los Judíos – Libro IV (67-69 d.C.)
6. Grandes señales del cielo (Lucas 21:10-11)- La Guerra de los Judíos – Libro VI (70 d.C.); Libro Quinto de las Historias de Cayo Cornelio Tácito (69 – 70 d.C.)
7. Aborrecidos, entregados a tribulación por causa de Jesús (Hechos 12:1-5, Juan 13:36, Marcos 13:9, Hechos 4:1-3, 6:11-12, 18:12, 24, 26, Juan 16: 1-4)

Estas son las señales que indican el fin del sacerdocio levítico y la destrucción del templo. La gran tribulación fue la sufrida por el pueblo Judío durante las guerras con Roma. La señal del Hijo del Hombre es la ascensión del Mesías al cielo (Mateo 16:28) y el comienzo de la re-unificación de los Hijos de Israel dispersos por el mundo (Juan 11:51-52). Aquella generación (la de los discípulos de Jesús verían la destrucción del templo y el fin de la era del sacerdocio levítico). La segunda venida no la verían y será de forma inesperada, como lo fue el diluvio en los días de Noé y la destrucción de Sodoma y Gomorra en los días de Lot en un tiempo de “paz y seguridad”( 1 Tesalonisences 5:2-3).

Nota: La palabra griega para retorno/regreso de Jesús es parousía. La palabra griega para llegar/entrar al cielo mencionada en Mateo 24:30 es érjomai y no se debe traducir como venida para indicar retorno/regreso de Jesús.

Ver comentario de Mateo 24 para más detalles.