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miércoles, 5 de abril de 2017

El mayor sacrificio de todos.


No hay mayor sacrificio que aquél que da la vida por otro sin esperar nada a cambio. Esta próxima semana celebramos el cumplimiento de la profecía dada por Isaías ochocientos años antes de la era actual.

Con todo eso,  Jehová quiso quebrantarlo,  sujetándole a padecimiento.  Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado,  verá linaje,  vivirá por largos días,  y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada. Verá el fruto de la aflicción de su alma,  y quedará satisfecho;  por su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos,  y llevará las iniquidades de ellos. Por tanto,  yo le daré parte con los grandes,  y con los fuertes repartirá despojos;  por cuanto derramó su vida hasta la muerte,  y fue contado con los pecadores, habiendo él llevado el pecado de muchos,  y orado por los transgresores. 
(Isaías 53:10-12 RV60)

el cual,  siendo en forma de Dios,  no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo,  tomando forma de siervo,  hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre,  se humilló a sí mismo,  haciéndose obediente hasta la muerte,  y muerte de cruz. 
(Filipenses 2:6-8 RV60)

Una profecía dada como provisión por nuestros pecados para así hacernos hijos de Di-os y no siervos y alcanzar ese lugar tan anelado por muchos el cual llaman Paraíso.

Y dijo a Jesús:  Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino. Entonces Jesús le dijo:  De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso. 
(Lucas 23:42-43 RV60)

Otros creen que muriendo matando a personas que no tienen sus mismas creencias religiosas alcanzan entrar al paraíso. Para ellos, son nada más que siervos de Di-os. Por eso su nombre en árabe, muslim, significa uno que se somete a Di-os. No tienen una relación filial, de hijo a Padre, pués ellos son nada mas que esclavos.  La relación del hijo del Señor es mayor que la del esclavo de Señor.

Aquella luz verdadera,  que alumbra a todo hombre,  venía a este mundo. En el mundo estaba,  y el mundo por él fue hecho;  pero el mundo no le conoció. A lo suyo vino,  y los suyos no le recibieron. Mas a todos los que le recibieron,  a los que creen en su nombre,  les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre,  ni de voluntad de carne,  ni de voluntad de varón,  sino de Dios. 
(Juan 1:9-13 RV60)

El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu,  de que somos hijos de Dios. 
(Romanos 8:16 RV60)

Nadie tiene mayor amor que este,  que uno ponga su vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos,  si hacéis lo que yo os mando. Ya no os llamaré siervos,  porque el siervo no sabe lo que hace su señor;  pero os he llamado amigos,  porque todas las cosas que oí de mi Padre,  os las he dado a conocer. 
(Juan 15:13-15 RV60)

Tengamos en cuenta todo esto, pués es muy importante en nuestros días que estemos bien cimentados en lo que hemos sido instruídos y en lo cual confiamos y esperamos.

Además os declaro,  hermanos,  el evangelio que os he predicado,  el cual también recibisteis,  en el cual también perseveráis; por el cual asimismo,  si retenéis la palabra que os he predicado,  sois salvos,  si no creísteis en vano. Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí:  Que Cristo murió por nuestros pecados,  conforme a las Escrituras; y que fue sepultado,  y que resucitó al tercer día,  conforme a las Escrituras; 
(1 Corintios 15:1-4 RV60)

No hay mayor provisión que ésta, como está escrito.

Mas aquel a quien Dios levantó,  no vio corrupción. Sabed,  pues,  esto,  varones hermanos:  que por medio de él se os anuncia perdón de pecados, y que de todo aquello de que por la ley de Moisés no pudisteis ser justificados,  en él es justificado todo aquel que cree. 
(Hechos 13:37-39 RV60)

Porque hay un solo Dios,  y un solo mediador entre Dios y los hombres,  Jesucristo hombre, el cual se dio a sí mismo en rescate por todos,  de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo. 
(1 Timoteo 2:5-6 RV60)


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