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jueves, 26 de diciembre de 2019

La abominación que causa desolación.

Las 70 semanas de Israel, profecía dada al profeta Daniel en respuesta a su plegaria por el perdón de su pueblo.

porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así por la obediencia de Uno los muchos serán constituidos justos.
(Romanos 5:19 BTX4)

y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque Él salvará a su pueblo de sus pecados.
(Mateo 1:21 BTX4)

La profecía de las 70 semanas es acerca de la expiación de los pecados del pueblo de Israel.

Setenta semanas han sido determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para terminar la transgresión y poner fin al pecado, y expiar la iniquidad, para traer la justicia perdurable, y sellar la visión y la profecía, y ungir al Santo de los santos.
(Daniel 9:24 BTX4)

El plan de YHWH para terminar con el pecado:


Sabe, pues, y entiende, que desde la salida de la orden para restaurar y reedificar a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe, habrá siete semanas y sesenta y dos semanas. Se volverá a edificar la plaza y el muro en tiempos angustiosos. Después de las sesenta y dos semanas se quitará la vida al Mesías, mas no por sí. Y el pueblo de un príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario, pero su fin será como una inundación, y hasta el fin de la guerra han sido decretados asolamientos. Y por una semana confirmará el pacto con muchos. A la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda. Después, con la muchedumbre de las abominaciones, vendrá el desolador, hasta que venga la consumación, y lo que está determinado se derrame sobre el desolador.
(Daniel 9:25-27 BTX4)

El texto de arriba es uno de los más difíciles de traducir que he encontrado pués hay diversas traducciones que no se asemejan pero sabemos que trata acerca de poner fin a los sacrificios expiatorios como dice la carta a los Hebreos,

Pero Este, habiendo ofrecido un solo sacrificio para siempre por los pecados, se sentó a la diestra de DIOS, de ahí en adelante esperando hasta que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies. Porque con una sola ofrenda ha hecho perfectos para siempre a los que están siendo santificados.
(Hebreos 10:12-14 BTX4)

La abominación que causa desolación:

Pero Cristo nos ha rescatado de la maldición dictada en la ley. Cuando fue colgado en la cruz, cargó sobre sí la maldición de nuestras fechorías. Pues está escrito: «Maldito todo el que es colgado en un madero»*. 
(Gálatas 3:13 NTV)

su cadáver no quedará en el madero durante la noche; sin falta lo enterrarás el mismo día, porque maldito por Elohim es el colgado en un madero, y no has de contaminar la tierra que YHVH tu Elohim te da como heredad.
(Deuteronomio 21:23 BTX4)

Jesús dijo acerca de la abominación que causa desolación lo siguiente:

Por tanto, cuando veáis la abominación de la desolación, que fue dicha por el profeta Daniel, puesta en el lugar santo (el que lee, que entienda),
(Mateo 24:15 BTX4)

El lugar santo es la ciudad de Jerusalem y la abominación es la crucificción de Jesús, pués Jesús se convirtió en maldición y contaminó la ciudad de Jerusalem causando su destrucción en el año 70 DC tal como lo profetizó Jesús al hablar de la señal de Jonás. El profeta Jonás fue enviado a la ciudad de Nínive para advertirles que si no se arrepentían la ciudad sería destruída en 40 días. El pueblo de Nínive se arrepentió y la destrucción no occurrió.  Jesús dijo que esta sería la única señal que el les daría a los líderes religiosos de Judea. El fue enviado a Jerusalem y sus dirigentes lo mandaron a matar por lo tanto la ciudad sería destruída en 40 años (40 días en la profecía). 

¡Jerusalén, Jerusalén, la que mata a los profetas y apedrea a los que le han sido enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus polluelos bajo las alas, y no quisisteis! He aquí vuestra casa os es dejada desolada.
(Mateo 23:37-38 BTX4)


Cuando JESÚS salió del templo, y se iba, sus discípulos se acercaron para mostrarle las edificaciones del templo. Mas Él, respondiendo, les dijo: ¿No veis todo esto? De cierto os digo: De ningún modo sea dejada aquí piedra sobre piedra que no será derribada.
(Mateo 24:1-2 BTX4)


Históricamente sabemos que el segundo templo fue destruído en el año 70. Si restamos 40 años nos da la fecha en cuando ocurrió la abominación que causó la desolación de Jerusalem, el año 30, el año de la crucificción y muerte de Jesús.

De acuerdo a la profecía de Daniel el plan de redención  es de 490 años (7 semanas en profecia); desde el decreto para construir el segundo templo hasta la unción del Principe (Mesías quiere decir Ungido) hay 483 años.  El sacrificio cesó a la mitad de una semana (3.5 años) lo cual quiere decir que tenemos que restar 3 años a 30 años y nos da el año 27 DC que fue cuando ocurrió el bautismo de Jesús (unción). Esto nos da exactamente (sin contar el año cero pues no existe ) al año 457 AC que fue el año en que se dió el decreto por el rey Arrtarjerjes para construir el segundo templo (27 - 483 = 456 + 1). 

He hecho el cálculo comenzando de atrás para adelante porque sabemos con certeza el año en que fue destruído el segundo templo de Jerusalem. Esto concuerda con los que han hecho el cálculo utilizando el año 457 AC como punto de partida.

Recordemos que las profecías tienen a veces multiples cumplimientos pero creo que es necesario que nos enfoquemos en la obra redentora y no tanto en la escatologia como a menudo se acostumbra interpretar  la profecía de Daniel.

Esta profecía es exacta y muestra que la Biblia es verdaderamente veraz, sobrenatural y confiable. 

El que tenga ojos para ver, ¡vea!

¡Gloria a Dios por su bendita Palabra!


Plugo a Adonai quebrantarlo
y someterlo a padecimiento.
Cuando su vida haya sido puesta en sacrificio expiatorio, verá a su descendencia,
Vivirá por días sin fin, y la voluntad de Adonai triunfará en su mano. A causa de la aflicción
de su alma, verá luz y quedará satisfecho.
Por su conocimiento, mi Siervo,
el Justo, justificará a muchos,
Y cargará con los pecados de ellos. Por tanto, Yo le daré parte
con los grandes,
Y con los fuertes repartirá despojos,
Por cuanto derramó su vida hasta la muerte,
Y fue contado con inicuos,
Habiendo cargado el pecado de multitudes,
Y orado por los transgresores. 
(Isaías 53:10-12 BTX4)





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