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martes, 26 de enero de 2016

¿Qué es regresar a las raíces hebreas?



Primero mencionaré lo que NO es.  Regresar a las raíces hebreas NO es JUDAIZAR (seguir normas rabínicas). Regresar a las raíces hebreas NO es hablar HEBRAÑOL. Regresar a las raíces hebreas NO es usar talit, tzitziyot, ni kipá. Regresar a la raíces hebreas NO es autollamarse roé, moré, rav, etc. Regresar a raíces hebreas NO es negar la divinidad de Jesús ni pronunciar correctamente su nombre o el nombre de su Padre en hebreo. Regresar a las raíces hebreas NO es negar la trinidad. Regresar a las raíces  hebreas NO es usar literatura rabínica como literatura autoritaria. Regresar a las raíces hebreas NO es practicar  misticismo y kabalá.

Regresar a las raíces hebreas es RECONOCER QUE TODA LA ESCRITURA, LA BIBLIA, ES DE CONTEXTO CULTURAL Y LINGUÍSTICO HEBREO. Y por lo tanto debe ser estudiada y escudriñada dentro del mismo. El Judaísmo actual NO es el Judaísmo de la época de los Saduceos y Fariseos de la época de Jesús,  sus discípulos y apóstoles. Por lo tanto tenemos que indagar en la historia de Israel para comprender correctamente la colección de Escrituras que hoy llamamos la Biblia. Las creencias acerca de la trinidad y divinidad del Hijo de Dios NO provienen del Catolicísmo ni del Cristianismo Protestante. Son creencias hebreas que podemos encontrar en escritos del primer siglo como el Evangelio de Juan, la carta a los Colosenses, la carta a los Hebreos, los escritos de Filón de Alejandría. las traducciones  parafraseadas del las Escrituras hebreas al arameo  (targumím) y Escritos Nazarenos en arameo (peshitta).

Regresar a las raíces hebreas NO es salirse del Cristianismo sino indagar en  sus raíces  que se han perdido en casi dos mil años de apostasía y compartirlo con nuestros hermanos. Regresar a las raíces hebreas es volverse a Dios dejando dogmas,  postulados eclesiásticos y prejuicios religiosos a un lado y sumergirse en Su Palabra dentro de su contexto para una mayor comprensión. Regresar a las raíces hebreas es el principio del cumplimiento de  las profecías que hablan acerca de la restauración de todas las cosas y del tabernáculo caído de David pues ellas dicen del Mesías...

Él será muy grande y lo llamarán Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de su antepasado David. Y reinará sobre Israel para siempre; ¡su reino no tendrá fin!
(Lucas 1:32-33 NTV)

Él es una luz para revelar a Dios a las naciones, ¡y es la gloria de tu pueblo Israel!».
(Lucas 2:32 NTV)

Regresar a las raíces hebreas ES ser parte del pueblo de Israel, el pueblo creado por Dios para sí mismo, para ser luz a las naciones. Regresar NO es apostatar ni ser hereje. Regresar ES reafirmarse en la verdad. Y la verdad es que toda la Biblia, de Génesis a Apocalipsis, es hebrea. Negarlo es irse en contra del Dios verdadero, el Dios de Abraham, Isaac y Jacob, el Dios de Israel; y de Su Palabra, su Hijo, Jesús el Mesías de Israel, descendiente de David, de la tribu de Judá, Rey de reyes y Señor de señores.





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