Es impresionante ver la cantidad de comentarios anti-Israel, anti-Judios, anti-Sionismo en el ciberespacio. Basta con leer los comentarios en las redes sociales para ver como el mundo secular y religioso se unen en contra de Israel. Lo que más me sorprende son los comentarios anti-Judios de gente que se autoproclaman Cristianos. Como bien lo señala Pere Bonnín en su artículo "El Antisemistismo cristiano persiste" del 16 de julio de 2015 para el sitio http://porisrael.org
Sin embargo, el antisemitismo cristiano –teológico y político–, lejos de desaparecer, se ceba con el Estado de Israel disfrazado de antisionismo, difundido en el islam con el pretexto palestino por obra y desgracia de los nazis de Reinhard Gehlen. Si en el siglo XX había cierta reserva cristiana, por el hedor que despedían los cadáveres del Holocausto, víctimas de la cruz –gamada o no–, en el siglo XXI casi toda la cristiandad se ha sumado al antisemitismo con el fin de ilegitimar y estrangular al único estado judío del mundo, que además da ejemplo de democracia, de enorme contribución a la ciencia y tecnología, y de un ejército de defensa con el más alto nivel moral y el cumplimiento más estricto de la Convención de Ginebra sobre la guerra.Pues bien, pasándose por la entrepierna la decisión aprobada por la Sociedad de Naciones y recogida por la ONU, el Vaticano reconoció a Palestina como nación independiente. Iglesias cristianas tales como la presbiteriana, la anglicana, la episcopaliana, la unida, la luterana y cuantas otras haya inspirado la fantasía a costa del rabino Jesús de Nazaret se han unido al BDS –boicot, desinversión y sanciones– contra el Estado de Israel “para forzar la paz”, dicen, pero conscientes de que la pelota está sobre el tejado árabe-palestino. Les importa un bledo que los islamistas decapiten a sus feligreses. Israel, para esos cristianos, es el enemigo a batir.
Estos "Cristianos" se olvidan o no saben que Cristo es la traducción griega de la palabra hebrea Mashíaj que significa, en el contexto referente a Jesús, "Rey Ungido de Israel". Tampoco recuerdan que cuando crucificaron a Cristo le pusieron un letrero que dice "Jesús de Nazaret Rey de lo JUDIOS".
El reino de Di-os no es el reino de la Iglesia, Cuando en la Biblia encontramos los términos "reino de Di-os" y "reino de los cielos" ¡se refiere al reino de Israel! Jesús regresa como Rey para gobernar desde Jerusalén en Israel, no desde el Vaticano en Roma o alguna otra ciudad en el mundo.
Para que se cumplan las profecías del "fin del mundo" o "fin de los tiempos" tiene que existir una nación que se llame Israel y que el mundo esté en contra de ella. Esa nación volvió a nacer hace 67 años y es la mas odiada en el mundo. ¡Es la nación del Estado moderno de Israel!
La Biblia señala que Di-os cuidará y defenderá a su pueblo.
He aquí, el día de Jehová viene, y en medio de ti serán repartidos tus despojos. Porque yo reuniré a todas las naciones para combatir contra Jerusalén; y la ciudad será tomada, y serán saqueadas las casas, y violadas las mujeres; y la mitad de la ciudad irá en cautiverio, mas el resto del pueblo no será cortado de la ciudad. Después saldrá Jehová y peleará con aquellas naciones, como peleó en el día de la batalla.
(Zacarías 14:1-3 RV60)
Porque he aquí que en aquellos días, y en aquel tiempo en que haré volver la cautividad de Judá y de Jerusalén, reuniré a todas las naciones, y las haré descender al valle de Josafat, y allí entraré en juicio con ellas a causa de mi pueblo, y de Israel mi heredad, a quien ellas esparcieron entre las naciones, y repartieron mi tierra; y echaron suertes sobre mi pueblo, y dieron los niños por una ramera, y vendieron las niñas por vino para beber.
(Joel 3:1-3 RV60)
Por tanto, así ha dicho Jehová el Señor: Ahora volveré la cautividad de Jacob, y tendré misericordia de toda la casa de Israel, y me mostraré celoso por mi santo nombre. Y ellos sentirán su vergüenza, y toda su rebelión con que prevaricaron contra mí, cuando habiten en su tierra con seguridad, y no haya quien los espante; cuando los saque de entre los pueblos, y los reúna de la tierra de sus enemigos, y sea santificado en ellos ante los ojos de muchas naciones. Y sabrán que yo soy Jehová su Dios, cuando después de haberlos llevado al cautiverio entre las naciones, los reúna sobre su tierra, sin dejar allí a ninguno de ellos. Ni esconderé más de ellos mi rostro; porque habré derramado de mi Espíritu sobre la casa de Israel, dice Jehová el Señor.
(Ezequiel 39:25-29 RV60)
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