domingo, 16 de febrero de 2014

El Hijo de David ha recibido todo el poder y autoridad de Elojím

El Reino de Elojím es el Reino de Israel. Por lo tanto el Hijo de David ha recibido toda la autoridad de Elojím para gobernar y reinar. Así dice el profeta Daniel.

Yo seguía mirando, y en la visión nocturna
vi venir sobre las nubes del cielo
alguien parecido a un ser humano,
que se dirigió hacia el anciano
y fue presentado ante él.
Le dieron poder,
honor y reino
y todos los pueblos, naciones y lenguas le servían.
Su poder es eterno
y nunca pasará,
y su reino no será destruido.
(Daniel 7:13-14 NBJcat)


Esta fue la respueta de Ieshúa ante el interrogatorio del Kohen Gadol.

Iehoshúa no respondió una palabra. El Principal de los Kohaním le dijo: Yo te conjuro por El Jai que nos digas si tu eres Mashíaj Ben haEl. Iehoshúa le respondió: Tu lo dices, pero algo más yo les digo a ustedes: Aún verán al Ben haEl sentarse a la derecha de la Guevurát haEl, viniendo en las nubes del firmamento. 
(Mateo 26:63-64 MH-ShemTov-AV)

Pero Jesús callaba. El Sumo Sacerdote le dijo: «Te conjuro por Dios vivo que nos digas si tú eres el Cristo, el Hijo de Dios.» Dícele Jesús: «Tú lo has dicho. Pero os digo que a partir de ahora veréis al hijo del hombre sentado a la diestra del Poder y viniendo sobre las nubes del cielo.»  
(Mateo 26:63-64 NBJcat)

Jesús siguió callado. El sumo sacerdote le dijo entonces: Te conjuro por Dios vivo a que nos digas si tú eres el Mesías, el Hijo de Dios. Jesús le respondió: Tú lo has dicho; pero además les digo esto: Desde ahora van a ver cómo este Hombre toma asiento a la derecha del Todopoderoso y cómo viene sobre las nubes del cielo". 
(Mateo 26:63-64 SM)

Mas Jesús se mantenía callado. Y el sumo sacerdote le dijo: Te conjuro por el Dios vivo que nos digas si tú eres el Mesías, el Hijo de Dios. Dícele Jesús: Tú lo dijiste; empero, os digo que a partir de ahora veréis al Hijo del hombre sentado a la diestra del Poder y viniendo sobre las nubes del cielo. 
(Mateo 26:63-64 B-C1957)


Guevurát haEl
(האל גבורת): El Poder del Eterno.

Lo que enfureció al Kohen Gadol fue la respuesta de Ieshúa, pues no solo hizo una referencia a lo que dijo el profeta Daniel sino que declaró ser el Hijo de Elojím al citar el Salmo que habla del poder del Eterno (autoridad) que recibe el Siervo del Eterno como sacerdote según el orden de Melquisedec.

Oráculo de Yahvé a mi Señor:
«Siéntate a mi diestra,
hasta que haga de tus enemigos
estrado de tus pies».
El cetro de tu poder
extenderá Yahvé desde Sión:
¡domina entre tus enemigos!
Ya te pertenecía el principado
el día de tu nacimiento;
un esplendor sagrado
llevas desde el seno materno,
desde la aurora de tu juventud.
Lo ha jurado Yahvé
y no va a retractarse:
«Tú eres por siempre sacerdote,
según el orden de Melquisedec».
El Señor está a tu derecha,
quebranta a los reyes el día de su cólera;
sentencia a las naciones,
amontona cadáveres,
quebranta cabezas
a lo ancho de la tierra.
Junto al camino bebe del torrente,
por eso levanta la cabeza.
(Salmos 110:1-7 NBJcat)


Elojím es el Rey de Israel pero ha delegado su autoridad en un hombre para que gobierne en nombre de él. Por eso, así como el Rey ha delegado su autoridad al príncipe ( pués el príncipe es el hijo del Rey), así Elojím delega su autoridad en su Siervo.

«Yo mismo he consagrado a mi rey,
en Sión, mi monte santo».
Haré público el decreto de Yahvé:
Él me ha dicho: «Tú eres mi hijo,
hoy te he engendrado.
(Salmos 2:6-7 NBJcat)

Nada de esto es nuevo pués los profetas lo dijeron previamente.

He aquí, vienen días, dice YHVH, En que levantaré a David un renuevo justo; Y reinará y obrará prudentemente, Y hará juicio y justicia en la tierra. En sus días será salvo Judá, E Israel habitará confiado, Y se apellidará con este nombre: YHVH Sidkenu.° 
(Jeremías 23:5-6 BTX3)

Y Yo, YHVH, les seré por Dios, y mi siervo David por príncipe entre ellas. Yo, YHVH, he hablado. 
(Ezequiel 34:24 BTX3)

Después volverán los hijos de Israel y buscarán a YHVH su Dios y a David su rey; Y acudirán temblorosos° a YHVH, y a su misericordia al fin de los días. 
(Oseas 3:5 BTX3)

Fíjese bien que Elojím es uno, pero su príncipe es uno en propósito con Elojím pués gobierna en el nombre de Elojím con la autoridad de Elojím.

Así también enseñan los emisarios de Ieshúa.

Porque así como en el Adam todos mueren, así también en el Mesías todos serán vivificados. Pero cada uno en su orden: el Mesías, que es las primicias, luego, los que son del Mesías en su venida.° Luego el fin: cuando entregue el reino al Dios y Padre, cuando suprima todo imperio, y toda autoridad y poder. Porque es necesario que Él reine, hasta que ponga a todos sus enemigos bajo sus pies,° y el postrer enemigo en ser destruido es la muerte. 
(1 Corintios 15:22-26 BTX3)

y de Jesús el Mesías, el Testigo fiel, el Primogénito de los muertos y el Soberano de los reyes de la tierra.° Al que nos ama y nos libertó° de nuestros pecados con su sangre, y nos hizo un reino° sacerdotal para su Dios y Padre:° a Él sea la gloria y la soberanía por los siglos, amén. He aquí viene con las nubes,° y todo ojo lo verá, y también aquéllos que lo traspasaron,° y harán lamentación por Él° todas las tribus de la tierra. Sí, amén. 
(Apocalipsis 1:5-7 BTX3)

y de parte de Yeshua HaMashiaj, el testigo fiel, el primogénito de los muertos y el juez supremo de los reyes de la tierra, quien nos ama y nos redimió de nuestros pecados con su neshamah, y nos confirmó el reino de cohanim para su Di-os y Padre a quien sea la gloria y el dominio por los siglos de los siglos. Amén. "He aquí que viene con las nubes, y lo verá todo ojo, y los que le golpearon; y harán lamentación por él todas las tribus de la tierra de Israel. Sí, Amén. 
(Apocalipsis 1:5-7 CDG)


No olvidemos las palabras de Ieshúa a sus talmidím.

Entonces Jesús les dijo: «De cierto, de cierto les digo: El Hijo no puede hacer nada por sí mismo, sino lo que ve que el Padre hace; porque todo lo que el Padre hace, eso mismo lo hace el Hijo. Y es que el Padre ama al Hijo, y le muestra todo lo que él hace; y mayores obras que éstas le mostrará, para el asombro de ustedes. Porque así como el Padre levanta a los muertos, y les da vida, así también el Hijo da vida a los que él quiere. Pues el Padre no juzga a nadie, sino que todo el juicio se lo ha dado al Hijo, para que todos honren al Hijo tal y como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que lo envió. 
(Juan 5:19-23 RVC)

Iehoshúa se acercó a ellos y les dijo: A mí se me ha dado toda la Iejolet (Autoridad) en los cielos y en la tierra. 
(Mateo 28:18 MH-ShemTov-AV)



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