¿Debemos celebrar la resurreción del Mesías?

Muchos se preguntan si los apóstoles celebraron la resurreción de Jesús. ¿Hay constancia de dicha celebración en la Bibilia? Si tenemos conciencia de que los apóstoles eran judíos y que como judíos guardaban la Torá, la contestación es sí. ¿Cómo la celebraban?  Mediante la celebración de las convocaciones santas declaradas en el libro de Levítico. Cada una de las convocaciones tiene un significado profético, un ensayo de un acontecimiento histórico en el futuro. Las convocaciones celebradas durante la primavera son una sombra  de la primera venida del Mesías como siervo sufriente, el Mashíaj BenYosef, y de su obra redentora.

Pesaj (Pacua) representa el sacrificio de expiación hecha por el Mesías para librarnos de la esclavitud del pecado (simbolo de Egipto y el mundo) y la muerte .

Matzoh (Panes sin Levadura) representa el reposo del Mesías, el descanso de su obra consumida, el shabbat; y la limpieza de nuestros pecados.

Bikkurim (Primicias) representa la resurreción del Mesías como primogénito de entre los muertos para vida eterna.

Los judíos han estado celebrando estas fiestas por siglos sin darse cuenta de que están celebrando la resurreción del Mesías.

Los cristianos deberían celebrarlas también, pues éstas fueron ordenadas por el Creador; y representan el día preciso en que ocurriendo, de acuerdo al calendario hebreo, y el significado correcto de ellas. No tienen nada que ver con la llegada de la primavera, ni con festividades de origen idólatrico.

Y habló Jehová a Moisés, diciendo:
Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando hayáis entrado en la tierra que yo os doy, y seguéis su mies, traeréis al sacerdote una gavilla por primicia de los primeros frutos de vuestra siega.
Y el sacerdote mecerá la gavilla delante de Jehová, para que seáis aceptos; el día siguiente del día de reposo la mecerá.
(Levítico 23:9-11 RV1960)

Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho.
(1 Corintios 15:20 RV1960)


Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados.
Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo, en su venida.

(1 Corintios 15:22-23 RV1960)

y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre,
(Apocalipsis 1:5 RV1960)

Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación. El, de su voluntad, nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas. 

(Santiago 1:17-18 RV1960)