viernes, 18 de julio de 2008

Guerra Espiritual

La batalla espiritual es tan real como el mundo físico que nos rodea. Existe tanto el bien como la maldad. Todos, creyentes e incrédulos, lo reconocen y la Biblia lo confirma. Todos estamos involucrados en esta guerra espiritual. Ahora, el problema está en como nos vemos a nosotros mismos en esta batalla.

Lamentablemente, la guerra espiritual, es un tema mal comprendido por muchos cristianos debido al desconocimiento de la Palabra de Dios y a los falsos maestros que utilizan este tema , entre otros, para distorcionar y apartarnos de la verdad para sus propios intereses y propósitos. Satanás ha sido muy hábil en manipular y tergiversar este tema llegando muchos cristianos a darle mas poder e importancia a el que a Dios.

El tema es uno muy extenso y hasta cierto punto complejo pero hay que aclarar ciertos errores comunes que existen hoy dia entre los cristianos.

1. La victoria ha sido siempre de Dios, Satanás es un enemigo que ya ha sido vencido.

y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.
(Colosenses 2:15 RV60)

2. La batalla siempre ha sido de Dios.

¿Quién es este Rey de gloria?

Jehová el fuerte y valiente,

Jehová el poderoso en batalla.
(Salmos 24:8 RV60)

Y sabrá toda esta congregación que Jehová no salva con espada y con lanza; porque de Jehová es la batalla, y él os entregará en nuestras manos.

(1 Samuel 17:47 RV60)

y dijo: Oíd, Judá todo, y vosotros moradores de Jerusalén, y tú, rey Josafat. Jehová os dice así: No temáis ni os amedrentéis delante de esta multitud tan grande, porque no es vuestra la guerra, sino de Dios.

(2 Crónicas 20:15 RV1960)

porque Jehová vuestro Dios va con vosotros, para pelear por vosotros contra vuestros enemigos, para salvaros.

(Deuteronomio 20:4 RV60)

El caballo se alista para el día de la batalla;

Mas Jehová es el que da la victoria.

(Proverbios 21:31 RV60)


3. La armadura de Dios es una analogia, un recordatorio de nuestra fe.

Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes. Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia, y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz. Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios; orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos;
(Efesios 6:10-18 RV60)

A. Nuestra fuerza está en Dios, no en nosotros

B. Nuestra lucha es espiritual, no contra el projimo.

C. Estar firme en la verdad de la Palabra de Dios

D. Recordemos que hemos sido perdonados por la justicia de Cristo, no de nosotros.

E. Anunciemos el evangelio de la paz con Dios, el evangelio de Jesucristo

F. Nuestra fe en Dios y su Hijo es lo que nos sustenta, lo que nos mantiene en pie.

G. Reconocer la garantía de nuestra salvación en los momentos que caigamos, Dios restaura al caido por su gran misericordia.


¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros. ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? Como está escrito:
Por causa de ti somos muertos todo el tiempo;

Somos contados como ovejas de matadero.
Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.
(Romanos 8:33-39 RV60)

H. La Palabra de Dios es nuestra mayor defensa, conocela bien.

Nosotros “peleamos” en sentido figurado esta batalla. No andamos viendo demonios por todas partes, reprediéndoles y atándoles. Estos son conceptos humanos y no bíblicos. Jesus reprendía demonios para mostrar que el era el Hijo de Dios y su autoridad sobre ellos.

Y los espíritus inmundos, al verle, se postraban delante de él, y daban voces, diciendo: Tú eres el Hijo de Dios.
(Marcos 3:11 RV60)

Los apóstoles reprendían demonios como señal de confirmación de la comisión dada a ellos por Jesus en el inicio de la iglesia cristiana.

Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas;
(Marco 16:17 RV60)

Ninguno de ellos andaban atando demonios, Jesús utilizó la parábola del hombre fuerte para mostrar que el reino de Dios ya había llegado y estaba entre ellos.

Pero si yo por el Espíritu de Dios echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino de Dios. Porque ¿cómo puede alguno entrar en la casa del hombre fuerte, y saquear sus bienes, si primero no le ata? Y entonces podrá saquear su casa.

(Mateo 12:28-29 RV60)

Ciertamente existe la poseción demoniaca hoy dia pero el creyente genuino nunca es poseido por los demonios.

Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo.

(1 Juan 4:4 RV60)

Si una persona está poseida por demonios no debemos enfretarnos a ellos preguntandoles ni dialogar con ellos, solo debemos reprenderlo en el nombre de Jesús.

Pero cuando el arcángel Miguel contendía con el diablo, disputando con él por el cuerpo de Moisés, no se atrevió a proferir juicio de maldición contra él, sino que dijo: El Señor te reprenda.

(Judas 1:9 RV60)

Pero para ello y para toda batalla espiritual debemos estar vivendo una vida en obediencia a Dios y tener una fe firme. Dios nos ha dado las armas para esta batalla.

La 4 armas poderosas del creyente son: la oración, el ayuno, la lectura y meditación de la Palabra de Dios, y la adoración y alabanza a Dios.

  1. La oración – nuestra comunicación con Dios.

Esta es la arma mas importante y la mas descuidada por el creyente. Nuestra comunicación con Dios debe ser constante y perseverante. Debe ser a solas y tambien en grupo.

orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos;

(Ephesians 6:18 RV1960)

  1. El ayuno – enfoque completo en Dios y no en nosotros

Es la forma en que nos negamos a nuestros deseos y necesidades de la carne para buscar una comunión mas íntima con Dios. Es un asunto entre Dios y el creyente y de caracter muy personal e individual.

El ayunar nos recuerda que somos sostenidos por cada palabra que procede de la boca de Dios.

Y te afligió, y te hizo tener hambre, y te sustentó con maná, comida que no conocías tú, ni tus padres la habían conocido, para hacerte saber que no sólo de pan vivirá el hombre, mas de todo lo que sale de la boca de Jehová vivirá el hombre.

(Deuteronomio 8:3 RV1960)

No es un sacrificio para impresionar o manipular la voluntad de Dios. El ayuno tiene que estar acompañado de una actitud sincera de corazón de buscar a Dios.

Es un tiempo en que el creyente deja de hacer sus actividades normales para dedicar mas tiempo en la oración, meditación y lectura de la Palabra de Dios.

Se hace ayuno para afligir el alma (arrepentimiento y búsqueda de misericordia) humillarse y derramar el corazón a Dios, para acercarse mas a Dios, para enfrentar problemas personales, para buscar dirección y para fortalecerse espiritualmente.

  1. Lectura y Meditación en la Palabra de Dios.

La Palabra de Dios es el poder de Dios, nuestra guía, nuestra autoridad final en todo. Debemos leerla y meditar en ella constantemente. La falta de lectura de la Biblia es la causa principal de los errores doctrinales de hoy dia y la apostasía. La Palabra de Dios es como un magneto poderoso que nos mantiene apegados fuertemente a nuestra fe y es extremadamente indispensable.

Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios;

(Efesios 6:17 RV60)

Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.

(Hebreos 4:12 RV1960)

Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.

(2 Timoteo 3:16-17 RV60)

Porque:

Toda carne es como hierba,

Y toda la gloria del hombre como flor de la hierba.

La hierba se seca, y la flor se cae; Mas la palabra del Señor permanece para siempre.

Y esta es la palabra que por el evangelio os ha sido anunciada.

(1 Pedro 1:24-25 RV60)

  1. La adoración y alabanza a Dios – arma poderosa contra el enemigo

La adoración y la alabanza a Dios cumple con el primer mandamiento de amar a Dios sobre todas las cosas. La adoración y la alabanza no es musica de etretenimiento para nosotros sino una forma creativa de expresar nuestra gratitud y maravilla a Dios. Cuando alabamos a Dios exaltamos su Santo nombre y le damos toda la gloria. Esta adoración a Dios debe salir de nuestro corazón y estar dirigida por el Espíritu Santo que mora en cada creyente verdadero.

Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.

(Juan 4:23-24 RV60)

Esta adoración es muy poderosa contra el enemigo pués él la buscaba para si mismo. Cuando estemos enfrentando problemas debemos cantar alabanzas al Señor también.

El cual, recibido este mandato, los metió en el calabozo de más adentro, y les aseguró los pies en el cepo. Pero a medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios; y los presos los oían.

(Hechos 16:24-25 RV60)

Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.

(Filipenses 4:6 RV60)

hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones; dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.

(Efesios 5:19-20 RV60)

El arma mas poderosa de todas, en esta batalla espiritual, es el amor de Dios reflejado en nuestro amor al projimo, pues es fruto del Espíritu Santo.

Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,

(Gálatas 5:22 RV60)

Someteos unos a otros en el temor de Dios.

(Efesios 5:21 RV60)

Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor.

(1 Corintios 13:13 RV60)

Aquél, respondiendo, dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo.

(Lucas 10:27 RV60)

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