viernes, 11 de julio de 2008

Nunca olvides, Dios recompensa siempre la humildad y la obediencia.

El temor del Señor produce la obediencia en el creyente.

Proverbios 22:4 LBLA

(4) La recompensa de la humildad y el temor del SEÑOR son la riqueza, el honor y la vida.


Deuteronomio 28:1 RV1960

(1) Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jehová tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra.

La obediencia a Dios nos hace siervos de Dios. Seamos siervos de Dios tal como Jesús lo fué y veremos nuestra recompensa.

Isaías 52:13 RV1960

(13) He aquí que mi siervo será prosperado, será engrandecido y exaltado, y será puesto muy en alto.

Filipenses 2:5-11 RV1960

(5) Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús,

(6) el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse,

(7) sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres;

(8) y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.

(9) Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre,

Jesus, siendo Dios, se despojó de su gloria para hacerse siervo (siervo sufriente) , semejante a nosotros que somos como nada.

Daniel 4:35 LBLA

(35) Y todos los habitantes de la tierra son considerados como nada, mas El actúa conforme a su voluntad en el ejército del cielo y entre los habitantes de la tierra; nadie puede detener su mano, ni decirle: "¿Qué has hecho?"


Y estando en la condición de nosotros, siendo el Dios, se humilló hasta lo extremo, en perfecta obediencia a Dios Padre sufriendo una muerte horrible y humillante.

Juan 8:29 RV1960

(29) Porque el que me envió, conmigo está; no me ha dejado solo el Padre, porque yo hago siempre lo que le agrada.


Pero Su humildad y obediencia fue grandemente recompensada. Pues fue grandemente exaltado y se le dió un nombre que es sobre todo nombre,

(10) para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra;

(11) y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.

¡Para darle toda la gloria a Dios!

Cuando obedecemos al Señor en humildad, el siempre nos recompensará y nuestros frutos (frutos del Espíritu Santo) que son nuestras obras de fe dan toda la gloria a Dios.

Gálatas 5:22-23 RV1960

(22) Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,
(23) mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.


Santiago 2:24 RV1960

(24) Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe.

Mateo 12:33 RV1960

(33) O haced el árbol bueno, y su fruto bueno, o haced el árbol malo, y su fruto malo; porque por el fruto se conoce el árbol.

Nuestros frutos, los frutos del Espíritu Santo en nosotros, son los que producen nuestras buenas obras, y estas buenas obras testifican sobre nuestra fe en Jesús y demuestran que es una fe genuina en él.

Perseveremos pues, en la obediencia y en la humildad, porque nuestra recompensa es grande. Ningun sufrimiento se compara con la gloria que vamos a recibir en el día de Jesucristo.

Hechos 20:19 LBLA

(19) sirviendo al Señor con toda humildad, y con lágrimas y con pruebas que vinieron sobre mí por causa de las intrigas de los judíos;


2 Corintios 4:17-18 LBLA

(17) Pues esta aflicción leve y pasajera nos produce un eterno peso de gloria que sobrepasa toda comparación,

(18) al no poner nuestra vista en las cosas que se ven, sino en las que no se ven; porque las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.

Romanos 8:18 LBLA

(18) Pues considero que los sufrimientos de este tiempo presente no son dignos de ser comparados con la gloria que nos ha de ser revelada.


La obediencia a Dios es mejor que cualquier sacrificio, promesa, obra u ofrenda que podamos dar a Dios.

1 Samuel 15:22 LBLA

(22) Y Samuel dijo: ¿Se complace el SEÑOR tanto en holocaustos y sacrificios como en la obediencia a la voz del SEÑOR? He aquí, el obedecer es mejor que un sacrificio, y el prestar atención, que la grosura de los carneros.

La humildad hacia Dios será recompensada con nuestra glorificación en el dia de Jesucristo, el día de nuestra redención.

Proverbios 15:33 LBLA

(33) El temor del SEÑOR es instrucción de sabiduría, y antes de la gloria está la humildad.

Por tanto, busquemos a Dios, busquemos su justicia, busquemos la humildad.

Sofonias 2:3 LBLA

(3) Buscad al SEÑOR, vosotros todos, humildes de la tierra que habéis cumplido sus preceptos; buscad la justicia, buscad la humildad. Quizá seréis protegidos el día de la ira del SEÑOR.


Exolt
émonos los unos a los otros a vivir una vida de obediencia y humildad a Dios.

Efesios 4:1-2 LBLA

(1) Yo, pues, prisionero del Señor, os ruego que viváis de una manera digna de la vocación con que habéis sido llamados,

(2) con toda humildad y mansedumbre, con paciencia, soportándoos unos a otros en amor,

Sometámonos los unos a los otros en humildad porque la gracia y el perdón de Dios son para los humildes.

1 Pedro 5:5 RV1960

(5) Igualmente, jóvenes, estad sujetos a los ancianos; y todos, sumisos unos a otros, revestíos de humildad; porque:

Dios resiste a los soberbios,

Y da gracia a los humildes.

Salmos 147:6 RV1960

(6) Jehová exalta a los humildes,

Y humilla a los impíos hasta la tierra.

Recuerda siempre todo esto.

Deuteronomio 4:9 RV1960

(9) Por tanto, guárdate, y guarda tu alma con diligencia, para que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto, ni se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; antes bien, las enseñarás a tus hijos, y a los hijos de tus hijos.


Deuteronomio 4:39-40 RV1960

(39) Aprende pues, hoy, y reflexiona en tu corazón que Jehová es Dios arriba en el cielo y abajo en la tierra, y no hay otro.

(40) Y guarda sus estatutos y sus mandamientos, los cuales yo te mando hoy, para que te vaya bien a ti y a tus hijos después de ti, y prolongues tus días sobre la tierra que Jehová tu Dios te da para siempre.


Colosenses 3:23-24 RV60

(23) Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres;

(24) sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís.

Nunca olvides, Dios recompensa siempre la humildad y la obediencia.

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