jueves, 29 de noviembre de 2012

Oremos por Israel.



Así los periódicos pintan los terroristas, ¡una imagen MENTIROSA!



ASÍ DICE EL ETERNO, DI-OS DE ISRAEL

Israel vivirá confiado;
sus descendientes vivirán en paz.
En sus tierras habrá trigales y viñedos,
y nunca les faltará lluvia del cielo. Dichoso tú, Israel,
¿quién se te puede comparar?
El Señor mismo te ha salvado;
él te protege y te ayuda,
¡él es tu espada victoriosa!
Tus enemigos se rendirán ante ti
y tú aplastarás su orgullo.”[e]
(Deuteronomio 33:28-29 DHHe (D))

e 33.29 Y tú aplastarás su orgullo: otra posible traducción: y tú pisarás sus espaldas, o bien: y tú pisotearás sus lugares altos, es decir, las colinas donde los enemigos de Israel rendían culto a sus dioses.


Oración pidiendo la guía de Dios[a]
De David.

Señor, a ti dirijo mi oración; mi Dios, en ti confío:
no dejes que me hunda en la vergüenza.
¡Que no se rían de mí mis enemigos! ¡Que no sea jamás avergonzado
ninguno de los que en ti confían!
¡Que sean puestos en vergüenza
los que sin motivo se rebelan contra ti! Señor,
muéstrame tus caminos,
guíame por tus senderos; guíame, encamíname en tu verdad,
pues tú eres mi Dios y salvador.
¡En ti confío a todas horas! Señor,
acuérdate del amor y la ternura
que siempre nos has manifestado, pero no te acuerdes de mis pecados
ni del mal que hice en mi juventud.
Señor, acuérdate de mí,
por tu gran amor y bondad. El Señor es bueno y justo;
él corrige la conducta de los pecadores y guía por su camino a los humildes;
¡los instruye en la justicia! Él siempre procede con amor y verdad[b]
con quienes cumplen su pacto
y sus mandamientos. Señor, es grande mi maldad;
perdóname, haz honor a tu nombre. Al hombre que honra al Señor,
él le muestra el camino que debe seguir;[c] le rodea de bienestar
y da a sus descendientes posesión del país.[d] El Señor es amigo de quienes le honran,
y les da a conocer su pacto. Siempre dirijo mis ojos al Señor,
porque él me libra de todo peligro. Mírame, Señor, y ten compasión de mí,
porque estoy solo y afligido. Mi corazón se aflige más y más;
líbrame de mis angustias. Mira mis tristezas y trabajos,
y perdona mis pecados. Mira cuántos enemigos tengo
que sienten por mí un odio mortal. ¡Cuídame, sálvame la vida!
¡No dejes que me hunda en la vergüenza,
pues en ti busco protección! Que me protejan mi honradez y mi inocencia,
pues en ti he puesto mi confianza. ¡Dios mío,
salva a Israel de todas sus angustias!
 (Salmos 25:1-22 DHHe (D))

a Salmo 25 Súplica individual, en la que se intercalan algunas reflexiones de carácter sapiencial (cf. especialmente los vs. 12-14). Como se trata de un salmo “alfabético”, las ideas se van sucediendo libremente. Véase Sal 9 nota a.

b 25.10 Él siempre procede con amor y fidelidad: lit. todos los senderos del Señor son amor y fidelidad. Este es uno de los numerosos casos en los que aparece el binomio hésed (“amor”) y emet (“fidelidad”), términos que se complementan mutuamente para resumir las características más esenciales de la acción de Dios en favor de los hombres. Cf. Sal_89:14; Pro_14:22. Véase Señor (b) en el Índice temático.

c 25.12 Sal_34:7-12; Pro_3:6.

d 25.12-13 Deu_11:8-9; Sal_37:9, Sal_37:11, Sal_37:29; Mat_5:5.

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