lunes, 5 de noviembre de 2012

Vuelve a casa hijo amado.



Muchos conocen la parábola del hijo derrochador (pródigo) en Lucas 15 pero pocos entienden el contexto hebreo de esta parábola.  La meta principal de las Buenas Nuevas (evangelios) es mostrar que Yeshúa es el Rey Ungido de Israel (Mesías/Cristo). Una de las funciones que llevará  acabo el Rey Ungido es la de reunir las doce tribus de Israel que son las ovejas del El Eterno. Yeshúa con esta parábola hace referencia al profeta Yirmeyahu (Jeremías) acerca de las diez tribus que componían el Reino de Israel, la Casa de Efráin.

El hijo derrochador (pródigo) es la Casa de Efraín.

Hablando de la nación de Israel así dice El Eterno:


Hay una esperanza para tu futuro:
tus hijos volverán a su patria.
Yo, el Señor, lo afirmo. He oído al pueblo de Efraín quejarse amargamente:
‘Yo era como un novillo sin domar,
pero tú me has domado;
hazme volver a ti,
pues tú eres el Señor, mi Dios. Yo me aparté de ti,
pero estoy arrepentido;
he reconocido mi pecado
y me doy golpes en el muslo;[o]
me siento avergonzado y humillado
por los pecados de mi juventud.’ “El pueblo de Efraín[p] es para mí un hijo amado;
es el hijo que más quiero.
Aun cuando lo reprendo,
no dejo de acordarme de él;
mi corazón se conmueve
y siento por él gran compasión.
Yo, el Señor, lo afirmo.[q] “Israel, marca con señales el camino,
para que vuelvas a encontrarlo fácilmente;
fíjate bien en el camino que anduviste.
¡Vuelve, pueblo de Israel,
vuelve a tus ciudades! ¿Hasta cuándo vas a ir de un lado a otro
como una hija descarriada?...
(Jeremías 31:17-22 DHHe (D))


Fíjese bien en el contexto de Lucas 15. Yeshúa habla en parábolas acerca del pastor que encuentra a su oveja, de la mujer que encuentra su moneda y del padre que recobra a su hijo. Todas éstas parábolas hacen referencia a la restauración de Israel, del regreso de las doce tribus, de la reunificación de Efráin ( hijo menor y primogénito) y Judá (hijo mayor).


Vendrán orando y llorando.
Yo los llevaré a corrientes de agua
por un camino llano, donde no tropiecen.
Pues soy el padre de Israel,
y Efraín[j] es mi primogénito.[k]
(Jeremías 31:9 DHHe (D))

El Señor afirma: “En aquel tiempo, yo seré el Dios de todas las tribus de Israel, y ellas serán mi pueblo.”[a]
(Jeremías 31:1 DHHe (D))

"En aquel tiempo" significa en la era mesíanica. Para que esto ocurra tiene que primero haber un retorno, un regreso; la palabra hebrea para esto es teshuvá.

Así lo dijo El Eterno atravéz de su profeta Moshé (Moisés).

“Cuando os sobrevenga todo lo que os he anunciado, la bendición y la maldición que os he dado a elegir, y reflexionéis sobre ellas en las naciones donde el Señor vuestro Dios os arroje, si os volvéis al Señor y le obedecéis de todo corazón y con toda vuestra alma, vosotros y vuestros hijos, como yo os lo ordeno ahora, entonces el Señor vuestro Dios cambiará vuestra suerte y os tendrá compasión. Os reunirá otra vez de entre los países adonde antes os arrojó, y aunque vuestros desterrados estén esparcidos por los lugares más lejanos del mundo, de allí os hará venir el Señor vuestro Dios y hasta allí irá a buscaros. El Señor os hará volver de nuevo al país que vuestros antepasados ocuparon, y vosotros volveréis a ocuparlo; os hará prosperar y os dará más hijos que a vuestros antepasados. Pondrá la marca del pacto[a] en vuestro corazón y en el de vuestros descendientes, para que le améis con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma, a fin de que tengáis vida. El Señor vuestro Dios hará caer todas estas maldiciones sobre vuestros enemigos y sobre los que os persiguieron con odio, y vosotros os volveréis al Señor y le obedeceréis, y pondréis en práctica todos los mandamientos que yo os ordeno hoy. Entonces el Señor os hará prosperar en todo lo que hagáis, y en hijos, crías de ganado y cosechas; sí, el Señor vuestro Dios volverá a complacerse en haceros bien, como antes se complacía en hacerlo a vuestros antepasados, si es que obedecéis al Señor vuestro Dios y cumplís sus mandamientos y leyes escritos en este libro de la ley, y os volvéis a él con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma. “Este mandamiento que hoy os doy no es demasiado difícil para vosotros ni está fuera de vuestro alcance. No está en el cielo, para que se diga: ‘¿Quién puede subir al cielo por nosotros para que nos lo traiga, nos lo dé a conocer y lo pongamos en práctica?’ Tampoco está al otro lado del mar, para que se diga: ‘¿Quién cruzará el mar por nosotros, para que nos lo traiga, nos lo dé a conocer y lo pongamos en práctica?’ Al contrario, el mandamiento está muy cerca de vosotros; está en vuestros labios y en vuestro pensamiento, para que podáis cumplirlo.[b]
(Deuteronomio 30:1-14 DHHe (D))

a 30.6 Pondrá la marca del pacto en vuestro corazón: lit. circuncidará el corazón. Véase Deu_10:16 n.



"Este mandamiento que hoy os doy"  significa el mandamiento de obedecer de todo corazón y con toda nuestra alma la voluntad de El Etreno expresada en los mandamientos dados a Moshé, la Torah (Ley de Moisés).  Teshuvá  es pués regresar, retornar, volver a la obediencia y poner en práctica los mandamientos de El Eterno.  Este es el llamado que hace el Padre en la profecía de Yirmeyahu (Jeremías) a la Casa de Efraín, su hijo menor y primogénito en la parábola de Lucas 15.

¿Quiénes son la Casa de Efraín? Somos tu y yo.




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