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lunes, 18 de febrero de 2013

El Hijo de Di-os se sienta en el trono de YHWH

Hablando del tema sobre el significado de la frase "Hijo de Dios" que tanta confusión les crea a todos encontré que las mismas Escrituras lo explican claramente. Lo que está escrito no puede ser contradecido.

Cuando escuchamos los términos "Reino de Dios" y "Reino de los Cielos" muchos creen que se habla de un reino en el cielo porque Di-os se encuentra en los cielos. Estas dos frases significan lo mismo como podemos verlo en los evangelios.


Desde entonces comenzó Jesús a predicar,  y a decir:  Arrepentíos,  porque el reino de los cielos se ha acercado.
(Mateo 4:17 RV60)

diciendo:  El tiempo se ha cumplido,  y el reino de Dios se ha acercado;  arrepentíos,  y creed en el evangelio. 
(Marcos 1:15 RV60)

Pero, ¿realmente está hablando de un reino en el cielo? Note primeramente que dice  "reino de los cielos" y no "reino en el cielo". Pero aún hay más, las Escrituras nos lo aclaran, note lo siguiente:

Y se sentó Salomón por rey en el trono de Jehová en lugar de David su padre,  y fue prosperado;  y le obedeció todo Israel. Y todos los príncipes y poderosos,  y todos los hijos del rey David,  prestaron homenaje al rey Salomón. Y Jehová engrandeció en extremo a Salomón a ojos de todo Israel,  y le dio tal gloria en su reino,  cual ningún rey la tuvo antes de él en Israel. 
(1 Crónicas 29:23-25 RV60)

¡Salomón se sentó en el trono de Jehová! ¿Cómo es  posible esto? Solo Di-os se sienta en su trono (porque es el Rey del Universo), a menos que el que se siente en su trono sea su ¡Hijo! (su herdero). Y esto es exactamente lo que dice el siguiente texto donde David dice:

Pero Jehová el Dios de Israel me eligió de toda la casa de mi padre, para que perpetuamente fuese rey sobre Israel; porque a Judá escogió por caudillo, y de la casa de Judá a la familia de mi padre; y de entre los hijos de mi padre se agradó de mí para ponerme por rey sobre todo Israel. Y de entre todos mis hijos (porque Jehová me ha dado muchos hijos), eligió a mi hijo Salomón para que se siente en el trono del reino de Jehová sobre Israel. Y me ha dicho: Salomón tu hijo, él edificará mi casa y mis atrios; porque a éste he escogido por hijo, y yo le seré a él por padre. 
(1 Crónicas 28:4-6 RV1960 (T))

Note lo que dice el texto: eligió a mi hijo Salomón para que se siente en el trono del reino de Jehová sobre Israel, porque a éste he escogido por hijo, y yo le seré a él por padre. 

Vemos aquí claramente que el trono de Jehová es el reino de Israel y como deducción lógica el reino de Israel es el reino de los cielos o lo mismo que el reino de Dios. Además vemos que Salomón es hecho ¡Hijo de Dios!

Salomón tu hijo, él edificará mi casa y mis atrios; porque a éste he escogido por hijo, y yo le seré a él por padre. 

De está misma forma habla de aquél  que se sentaría en el trono de Jehová (trono del reino de Jehová sobre Israel) por siempre en el Salmo segundo.

Pero yo he puesto mi rey  Sobre Sion,  mi santo monte. 
Yo publicaré el decreto; 
 Jehová me ha dicho:  Mi hijo eres tú; Yo te engendré hoy. 
(Salmos 2:6-7 RV60)

El cuál es una referencia al Mesías (Ungido para ser Rey de Israel).

Se levantarán los reyes de la tierra, 
 Y príncipes consultarán unidos 
 Contra Jehová y contra su ungido,  diciendo: 
(Salmos 2:2 RV60)

Proféticamente Di-os le dice a David que de su linaje vendrá el que será Rey de Israel por siempre.

Y cuando tus días sean cumplidos,  y duermas con tus padres,  yo levantaré después de ti a uno de tu linaje,  el cual procederá de tus entrañas,  y afirmaré su reino. El edificará casa a mi nombre,  y yo afirmaré para siempre el trono de su reino. Yo le seré a él padre,  y él me será a mí hijo.  ...
(2 Samuel 7:12-14 RV60)

Son las mismas palabras dadas acerca de Salomón pero proféticamente hablando de Jesús el Mesías que se cumplen en su nacimiento.

Y ahora,  concebirás en tu vientre,  y darás a luz un hijo,  y llamarás su nombre JESÚS. Este será grande,  y será llamado Hijo del Altísimo;  y el Señor Dios le dará el trono de David su padre; y reinará sobre la casa de Jacob para siempre,  y su reino no tendrá fin. 
(Lucas 1:31-33 RV60)

Observe que dice "será llamado Hijo del Altísimo" osea Hijo de Di-os como se le llamó también a Salomón porque fue elegido para sentarse en en trono de Di-os que es el reino de Israel, el reino de los cielos.

Y para que pueda reinar por siempre tenía que recibir la inmortalidad pués los mortales no viven para siempre y esto se logró mediante la resurrección de entre los muertos.

La carta de Pablo comienza con la siguiente salutación:

Pablo,  siervo de Jesucristo,  llamado a ser apóstol,  apartado para el evangelio de Dios, que él había prometido antes por sus profetas en las santas Escrituras, acerca de su Hijo,  nuestro Señor Jesucristo,  que era del linaje de David según la carne, que fue declarado Hijo de Dios con poder,  según el Espíritu de santidad,  por la resurrección de entre los muertos, 
(Romanos 1:1-4 RV60)

Observe que en ella dice que Jesús en cuanto a su vida mortal (esto es lo que significa la frase "según la carne") es descendiente de David pero que ha sido declarado Hijo de Dios por medio de la resurrección de entre los muertos. Tal y como dice Lucas "será llamado Hijo del Altísimo". Y todo de acuerdo a la promesa que Di-os había prometido antes por sus profetas en las Santas Escrituras. Esta es la Buena Nueva, ¡la promesa se ha cumplido! Pablo nos cuenta de esta promesa de la siguiente manera:

Entonces Pablo,  levantándose,  hecha señal de silencio con la mano,  dijo:  Varones israelitas,  y los que teméis a Dios,  oíd: El Dios de este pueblo de Israel escogió a nuestros padres,  y enalteció al pueblo,  siendo ellos extranjeros en tierra de Egipto,  y con brazo levantado los sacó de ella. Y por un tiempo como de cuarenta años los soportó en el desierto; y habiendo destruido siete naciones en la tierra de Canaán,  les dio en herencia su territorio. Después,  como por cuatrocientos cincuenta años,  les dio jueces hasta el profeta Samuel. Luego pidieron rey,  y Dios les dio a Saúl hijo de Cis,  varón de la tribu de Benjamín,  por cuarenta años. Quitado éste,  les levantó por rey a David,  de quien dio también testimonio diciendo:  He hallado a David hijo de Isaí,  varón conforme a mi corazón,  quien hará todo lo que yo quiero. De la descendencia de éste,  y conforme a la promesa,  Dios levantó a Jesús por Salvador a Israel. Antes de su venida,  predicó Juan el bautismo de arrepentimiento a todo el pueblo de Israel. Mas cuando Juan terminaba su carrera,  dijo:  ¿Quién pensáis que soy?  No soy yo él;  mas he aquí viene tras mí uno de quien no soy digno de desatar el calzado de los pies. Varones hermanos,  hijos del linaje de Abraham,  y los que entre vosotros teméis a Dios,  a vosotros es enviada la palabra de esta salvación. Porque los habitantes de Jerusalén y sus gobernantes,  no conociendo a Jesús,  ni las palabras de los profetas que se leen todos los días de reposo,  las cumplieron al condenarle. Y sin hallar en él causa digna de muerte,  pidieron a Pilato que se le matase. Y habiendo cumplido todas las cosas que de él estaban escritas,  quitándolo del madero,  lo pusieron en el sepulcro. Mas Dios le levantó de los muertos. Y él se apareció durante muchos días a los que habían subido juntamente con él de Galilea a Jerusalén,  los cuales ahora son sus testigos ante el pueblo. Y nosotros también os anunciamos el evangelio de aquella promesa hecha a nuestros padres, la cual Dios ha cumplido a los hijos de ellos,  a nosotros,  resucitando a Jesús;  como está escrito también en el salmo segundo:  Mi hijo eres tú,  yo te he engendrado hoy. 
(Hechos 13:16-33 RV60)

Espero que vean claramente que Jesús es realmente Hijo de Di-os, no porque Dios se hizo hombre, o porque Jesús es la segunda persona de la Santísima Trinidad sino porque es el Rey de Israel que se sienta en el trono de YHWH, el reino de Israel tal como dice que ocurrirá al fin de los días (¡y estamos muy cerca de que esto ocurra!)

y les dirás:  Así ha dicho Jehová el Señor:  He aquí,  yo tomo a los hijos de Israel de entre las naciones a las cuales fueron,  y los recogeré de todas partes,  y los traeré a su tierra; y los haré una nación en la tierra,  en los montes de Israel,  y un rey será a todos ellos por rey;  y nunca más serán dos naciones,  ni nunca más serán divididos en dos reinos. Ni se contaminarán ya más con sus ídolos,  con sus abominaciones y con todas sus rebeliones;  y los salvaré de todas sus rebeliones con las cuales pecaron,  y los limpiaré;  y me serán por pueblo,  y yo a ellos por Dios. Mi siervo David será rey sobre ellos,  y todos ellos tendrán un solo pastor;  y andarán en mis preceptos,  y mis estatutos guardarán,  y los pondrán por obra. Habitarán en la tierra que di a mi siervo Jacob,  en la cual habitaron vuestros padres;  en ella habitarán ellos,  sus hijos y los hijos de sus hijos para siempre;  y mi siervo David será príncipe de ellos para siempre. Y haré con ellos pacto de paz,  pacto perpetuo será con ellos;  y los estableceré y los multiplicaré,  y pondré mi santuario entre ellos para siempre. Estará en medio de ellos mi tabernáculo,  y seré a ellos por Dios,  y ellos me serán por pueblo. Y sabrán las naciones que yo Jehová santifico a Israel,  estando mi santuario en medio de ellos para siempre. 
(Ezequiel 37:21-28 RV60)

¡Amen!


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