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lunes, 24 de marzo de 2008

¿Por que el sacrificio de Cristo es el sacrificio perfecto hecho una vez para siempre?

"Jesucristo es el sacrificio perfecto porque...

Si la elección es la clave de la salvación en la eternidad, la muerte de Jesús en la cruz es el hecho clave de la salvación dentro de la historia. La muerte de Jesús, el cordero de Dios, es la obra de Dios que sella la salvación. La sangre de un sustituto puede cubrir la culpa de otro (expiacion significa cubrir los pecados de otro), solamente si cumple con dos condiciones:

1. El sustituto tiene que ser libre de culpa para no tener que pagar por su propia culpa; y

2. El sustituto tiene que poder ocupar el puesto del culpable, es decir, tiene que ser semejante al culpable.

Jesucristo llena estos dos requisitos, porque él es Dios y sin culpa, y él es hombre, entonces puede estar en nuestro lugar. Esta obra de salvación es la obra de Dios, hecha una vez para siempre. Es la base de la redención del mundo." Tomado del Instituto Biblico Reformado.

Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. (Heb 4:15 RV60)

Porque tal sumo sacerdote nos convenía: santo, inocente, sin mancha, apartado de los pecadores, y hecho más sublime que los cielos; (Heb 7:26 RV1960)

Y casi todo es purificado, según la ley, con sangre; y sin derramamiento de sangre no se hace remisión. (Heb 9:22 RV60)

Porque la ley, teniendo la sombra de los bienes venideros, no la imagen misma de las cosas, nunca puede, por los mismos sacrificios que se ofrecen continuamente cada año, hacer perfectos a los que se acercan. (Heb 10:1 RV60)

porque la sangre de los toros y de los machos cabríos no puede quitar los pecados. (Heb 10:4 RV60)

Y ciertamente todo sacerdote está día tras día ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados; pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios, de ahí en adelante esperando hasta que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies; porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados. (Heb 10:11-14 RV60)

Pues donde hay remisión de éstos, no hay más ofrenda por el pecado. (Heb 10:18 RV60)


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