domingo, 13 de enero de 2013

El Decimo Mandamiento de la Torá (Ley)





[14] No desearás la casa de tu prójimo. No desearás la mujer de tu prójimo, su sirviente, su sirvienta, su buey, su asno, ni nada que le pertenezca a tu prójimo.
(Éxodo 20:17 Tora 1999)

No codiciarás la casa de tu prójimo, ni codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni nada que sea de tu prójimo."
(Éxodo 20:17 Toráh)

“No codicies[r] la casa de tu prójimo: no codicies su mujer, ni su esclavo o su esclava, ni su buey, ni su asno, ni nada que le pertenezca.”
 (Éxodo 20:17 DHHe (D))

r 20.17 El verbo hebreo traducido por codiciar no designa solamente el mal deseo, sino el impulso interior que lleva a la acción de apropiarse en forma indebida de lo ajeno. Cf. Rom_7:7; Rom_13:9.

El que se da a la codicia arruina su propia casa,
pero el que rechaza el soborno, vivirá.[s]
(Proverbios 15:27 DHHe (D))



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