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miércoles, 2 de enero de 2013

La verdadera felicidad está en la Torá (Ley)

La Teología Dispensacionalista ha hecho mucho daño a la intepretación correcta de la Biblia, su doctrina más dañina es la doctrina de la Ley y la Gracia ya que perpetua el error de dividir las Sagradas Escrituras en dos libros que califican uno como Antiguo Testamento y otro Nuevo Testamento. Es una doctrina que separa a los creyentes en judíos y gentiles, Israel y la Iglesia, la Ley y la Gracia (observe el antagonismo: judios, Israel, Ley y su contra parte: gentiles, Iglesia, Gracia).

Sin embargo la verdad es que ya no hay judíos y gentiles ya que los siguen y obedecen al Ungido de El Eterno son una sola Casa: Israel (Romanos 11:25-26). El término iglesia es una creación del hombre y la transliteración de la palabra griega ekklesia la cual se traduce siempre como congregación o asamblea en la Septuaginta pero de forma arbitraria en los escritos nazarenos, la cual nació en el monte Sinaí (Deuteronomio 9:10). Y la Ley y la Gracia siempre han estado juntas pues la Ley es la voluntad de El Eterno (Su Palabra) que permanece para siempre (Salmo 119:89)  y la Gracia es su misericordia inmerecida que es desde la eternidad hasta la eternidad (Salmo 103:17).

¿Qué harán los que creen que la Ley ha sido abolida y no es para el seguidor del Cristo cuando las profecías enseñan que no solo se guardará la Ley sino que se enseñará  a todas las naciones?


Instauración de la paz entre las naciones[a]
Estas son las profecías que Isaías, hijo de Amós, recibió por revelación acerca de Judá y Jerusalén:[b] En los últimos tiempos quedará afirmado
el monte donde se halla el templo del Señor.
Será el monte más alto;
más alto que cualquier otro monte.
Todas las naciones vendrán a él; pueblos numerosos llegarán, diciendo:
“Venid, subamos al monte del Señor,[c]
al templo del Dios de Jacob,
para que él nos enseñe sus caminos
y podamos andar por sus senderos.”[d]
Porque de Sión saldrá la enseñanza[e] del Señor;
de Jerusalén vendrá su palabra.
(Isaías 2:1-3 DHHe (D))

a 2.1-5 Esta profecía, que se encuentra en forma casi idéntica en Miq_4:1-3, habla de la exaltación de Sión (Jerusalén) y de su templo, que en el futuro será lugar de reunión de todas las naciones (vs. 2-3). La promesa de un reino de paz (v. 4) aparece también en Isa_9:2-7; Isa_11:1-9.

b 2.1 Este nuevo encabezamiento parece indicar que los caps. 2-5, o parte de ellos, formaban originalmente un documento aparte, incluido más tarde en el libro de Isaías (véase Isa_1:1 nota b).
c 2.3 Monte del Señor: el monte Sión, la colina de Jerusalén donde se encontraba el templo. Véase Sal_2:6 n.

d 2.3 Cf. Isa_56:6-7; Zac_8:20-22.

e 2.3 La enseñanza: en heb. torá, término que a veces se traduce por ley. Véase Sal_1:2 nota d.


Es un grave error enseñar que la Ley es una maldición, un ministerio de muerte, una esclavitud pues la Biblia enseña todo lo contrario.



Sal 1:1 
LIBRO I
La verdadera felicidad[a]

Feliz[b] el hombre
que no sigue el consejo de los malvados,
ni va por el camino de los pecadores,
ni hace causa común con los que se burlan de Dios,
Sal 1:2  sino que pone su amor[c] en la ley[d] del Señor,
y en ella medita noche y día.[e]
Sal 1:3  Es como un árbol
plantado a la orilla de un río,[f]
que da su fruto a su tiempo
y jamás se marchitan sus hojas.
¡Todo lo que hace le sale bien!
Sal 1:4  Con los malvados no pasa lo mismo,
pues son como paja que se lleva el viento.[g]
Sal 1:5  Por eso los malvados caerán bajo[h] el juicio de Dios
y no tendrán parte en la comunidad de los justos.
Sal 1:6  El Señor cuida[i] el camino de los justos,
pero el camino[j] de los malos lleva al desastre.[k]

a Salmo 1 Salmo didáctico o sapiencial, que sirve de prólogo o de introducción a las cinco colecciones de poemas que forman el libro de los Salmos.

b 1.1 Feliz...: exclamación típica de las “bienaventuranzas” o exclamaciones gozosas que declaran felices o dichosos a una persona o a un grupo de personas, unas veces por lo que son (por ej., los pobres en Luc_6:20) y otras por lo que hacen (por ej., los que trabajan por la paz en Mat_5:9). Las “bienaventuranzas” son una forma característica de los escritos sapienciales (Pro_14:21; Pro_16:20; Pro_20:7; Pro_28:14; Pro_29:18), que también aparece con frecuencia en Salmos (Sal_2:12; Sal_32:1-2; Sal_34:8; Sal_41:1; Sal_84:4-5, 12; Sal_112:1; Sal_119:1-2; Sal_128:1), en los evangelios (véase Mat_5:3-12 n.) y en Apocalipsis (véase Apo_1:3 nota f).

c 1.2 Pone su amor: lit. (está) su deleite. El término hebreo implica aquí algo más que mero placer o complacencia; es voluntad, deseo, adhesión gozosa y obediencia fundada en el amor.

d 1.2 Ley: La palabra hebrea torá, traducida habitualmente por “ley”, significa más bien “instrucción” o “enseñanza”. Esta “instrucción”, que está contenida especialmente en los primeros cinco libros de la Biblia, no es concebida como un conjunto impersonal de mandamientos y preceptos; es palabra viva de Dios, que sale al encuentro de los hombres para manifestarles su voluntad y conducirlos por el camino del bien y de la vida. Cf. Sal_19:7-14; Sal_19:119.

e 1.2 Jos_1:8.

f 1.3 Job_29:19; Jer_17:8.

g 1.4 Job_21:18; Jer_13:24; Ose_13:3; Sof_2:2.

h 1.5 Caerán bajo: lit. no se levantarán o permanecerán de pie, es decir, no podrán resistir al juicio de Dios.

i 1.6 Cuida: lit. conoce. El verbo “conocer” se emplea muchas veces en la Biblia para designar una relación personal estrecha e incluso muy íntima. Cf. Mat_11:27; Jua_10:14-15.

j 1.6 Jer_21:8; cf. Deu_30:15-20.

k 1.6 Pro_4:18-19; cf. Mat_7:13-14

Traducción DHHe (D)
Dios habla hoy (castellano peninsular)
Edición interconfesional con deuterocanónicos



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