jueves, 2 de mayo de 2013

Teófilo Ben Hanan


Por cuanto muchos han tratado de compilar una historia de las cosas que entre nosotros son muy ciertas, tal como nos las han transmitido los que desde el principio fueron testigos oculares y ministros de la palabra, también a mí me ha parecido conveniente, después de haberlo investigado todo con diligencia desde el principio, escribírtelas ordenadamente, excelentísimo Teófilo, para que sepas la verdad precisa acerca de las cosas que te han sido enseñadas.
(Lucas 1:1-4 LBLA)

El primer relato que escribí, Teófilo, trató de todo lo que Jesús comenzó a hacer y a enseñar, hasta el día en que fue recibido arriba, después de que por el Espíritu Santo había dado instrucciones a los apóstoles que había escogido.
(Hechos 1:1-2 LBLA)

¿Quién es el destinatario de los tratados escritos por el judío Shila y conocidos como Lucas y Hechos de los Emisarios y al cual se le dirige con mucho respeto (muy honorable, excelntísimo)?

El cohen gadol (sumo sacerdote) Teófilo Ben Hanan, uno de los cinco hijos de Anás el sacerdote del Sanedrín y suegro de el sumo sacerdote judío José Caifás, quien ejerció como cohen gadol entre  el 37-41 EC.

Los tratados de Shila tienen la peculiaridad de hablar acerca de los cohanín (sacerdotes).

Hubo en los días de Herodes, rey de Judea, cierto sacerdote llamado Zacarías, del grupo de Abías, que tenía por mujer una de las hijas de Aarón que se llamaba Elisabet.
(Lucas 1:5 LBLA)


Jesús le respondió: "Cierto hombre bajaba de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de salteadores, los cuales después de despojarlo y de darle golpes, se fueron, dejándolo medio muerto. "Por casualidad cierto sacerdote bajaba por aquel camino, y cuando lo vio, pasó por el otro lado del camino. "Del mismo modo, también un Levita, cuando llegó al lugar y lo vio, pasó por el otro lado del camino. "Pero cierto Samaritano, que iba de viaje, llegó adonde él estaba; y cuando lo vio, tuvo compasión.
(Lucas 10:30-33 NBLH)

Había cierto hombre rico que se vestía de púrpura y lino fino, celebrando cada día fiestas con esplendidez.
(Lucas 16:19 LBLA)

¿Quién es el hombre rico de ésta parábola?


Y hablarás a todos los hábiles artífices, a quienes yo he llenado de espíritu de sabiduría, y ellos harán las vestiduras de Aarón para consagrarlo, a fin de que me sirva como sacerdote. Estas son las vestiduras que harán: un pectoral, un efod, un manto, una túnica tejida a cuadros, una tiara y un cinturón; y harán vestiduras sagradas para tu hermano Aarón y para sus hijos, a fin de que me sirvan como sacerdotes. Y tomarán para ello el oro y la tela azul, púrpura y escarlata, y el lino fino.
(Éxodo 28:3-5 LBLA)

El hombre rico es un sacerdote.

Entonces él dijo: "Te ruego, pues, padre, que lo envíes a la casa de mi padre, pues tengo cinco hermanos, de modo que él los prevenga, para que ellos no vengan también a este lugar de tormento."
(Lucas 16:27-28 LBLA)

¿Quién fue Anás?

Anás fue un sacerdote del Sanedrín y suegro de el sumo sacerdote judío José Caifás. Pertenecía al igual que este a la secta de los Saduceos.

Anás era hijo de Seth, y fue designado sumo sacerdote entre los años 15 y 6 a. C. por el romano Quirinius hasta que el procurador romano Valerius Gratus (el que después dejaría su cargo a manos de Poncio Pilato) le quitó su puesto para más tarde concedérselo a Caifás. Después de eso, Anás vio como varios miembros de su familia iban teniendo éxito como sumos sacerdotes.
Así, Anás tuvo cinco hijos que alcanzaron este rango, a saber:
Eleazar ben Anás (16-17)Johnatan ben Anás (36-37 y 44)Teófilo ben Anás (37-41)Matías ben Anás (43)Anás ben Anás (63) Anás, aún después de su despido, fue considerado sumo sacerdote junto con Caifás, y podía actuar como presidente del Sanedrín.
Fuente: El Cizañador - trompeta-sangre.blogspot.es 
Anás fue un hombre rico (pertenecía a la aristocracia-miembro del Sanedrín) que tuvo cinco hijos unos de los cuáles es el destinatario de ambos tradatos: Teófilo ben Anás (Teófilo Ben Hanan) quién también fue sumo sacerdote. Por ésta razón Shila se dirige a él como el muy honorable/excelentísimo Teófilo.



Y la palabra de Dios crecía, y el número de los discípulos se multiplicaba en gran manera en Jerusalén, y muchos de los sacerdotes obedecían a la fe.
(Hechos 6:7 LBLA)


Referencias:














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