Recientemente una profesora Musulmana en una universidad de la Florida, Estados Unidos estuvo enseñando que Jesús no fue crucificado. También he leído en comentarios en las redes sociales el mismo reclamo de parte de personas que no son Musulmanas. Pareciera ser que el engaño está creciendo en nuestros días. Es por esta razón que estoy escribiendo este breve artículo para exhortar a mantenernos fieles y confiados en lo que conocemos porque está escrito "muchos serán engañados, aún los elegidos si esto fuera posible." Para empezar cito de las Escrituras la definición de lo que es un anticristo, osea lo que es contrario a Cristo.
Hijitos, ya es el último tiempo; y según vosotros oísteis que el anticristo viene, así ahora han surgido muchos anticristos; por esto conocemos que es el último tiempo. Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no todos son de nosotros. Pero vosotros tenéis la unción del Santo, y conocéis todas las cosas. No os he escrito como si ignoraseis la verdad, sino porque la conocéis, y porque ninguna mentira procede de la verdad. ¿Quién es el mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo? Este es anticristo, el que niega al Padre y al Hijo. Todo aquel que niega al Hijo, tampoco tiene al Padre. El que confiesa al Hijo, tiene también al Padre. Lo que habéis oído desde el principio, permanezca en vosotros. Si lo que habéis oído desde el principio permanece en vosotros, también vosotros permaneceréis en el Hijo y en el Padre.
(1 Juan 2:18-24 RV60)
Muy sencillamente vemos que anticristo es definido como el que niega al Padre y al Hijo. Mantenga esto siempre bien claro pués todo el que niega que Jesús es el Hijo de Dios es un mentiroso de acuerdo a las Sagradas Escrituras.
¿Quién es el mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo? Este es anticristo, el que niega al Padre y al Hijo
Ninguna mentira procede de la verdad, la mentira procede del Padre de las mentiras.
Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. El ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira.
(Juan 8:44 RV60)
Tenga bien claro esto. Los líderes religiosos de Judea negaron a Jesús como el Hijo de Dios y lo mandaron a crucificar y proclamarion que el cuerpo de Cristo fue robado por sus discípulos. Pero esto estaba predestinado por Dios para la salvación de los gentiles, como dicen las Escrituras:
Digo, pues: ¿Han tropezado los de Israel para que cayesen? En ninguna manera; pero por su transgresión vino la salvación a los gentiles, para provocarles a celos.
(Romanos 11:11 RV60)
Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no seáis arrogantes en cuanto a vosotros mismos: que ha acontecido a Israel endurecimiento en parte, hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles;
(Romanos 11:25 RV60)
Pero otros fueron engañados para su propia perdición, por cuanto rechazaron la expiación de nuestros pecados hecha por el Hijo de Dios, quién no solo es Hijo de Dios sino uno con el Padre y Creador del universo. porque está escrito:
¿Quién subió al cielo, y descendió?
¿Quién encerró los vientos en sus puños?
¿Quién ató las aguas en un paño?
¿Quién afirmó todos los términos de la tierra?
¿Cuál es su nombre, y el nombre de su hijo, si sabes?
(Proverbios 30:4 RV60)
Quien no sólo es nuestro redentor sino el Mensajero de Dios, como está escrito:
Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo; el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas,
(Hebreos 1:1-3 RV60)
Porque Pablo hablando acerca del regreso de Jesús dijo:
Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición, el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios.
(2 Tesalonicenses 2:3-4 RV60)
Este hijo de perdición se manifestó 600 años mas tarde en la persona de Mahoma, quién declaró ser el último y mayor de los profetas de Dios usurpando el lugar de Jesús como Mensajero de Dios (la Palabra de Dios) y proclamando tener la última y verdadera revelación de Dios en la cual niega a Jesús como Hijo de Dios, niega su crucificción y expiación de nuestros pecados. Así pués se cumple lo escrito por Pablo.
Por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira, a fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia. Pero nosotros debemos dar siempre gracias a Dios respecto a vosotros, hermanos amados por el Señor, de que Dios os haya escogido desde el principio para salvación, mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad, a lo cual os llamó mediante nuestro evangelio, para alcanzar la gloria de nuestro Señor Jesucristo. Así que, hermanos, estad firmes, y retened la doctrina que habéis aprendido, sea por palabra, o por carta nuestra.
(2 Tesalonicenses 2:11-15 RV60)
Por tanto, tal como dice Pablo en otras de sus cartas, tengamos siempre en mente esto:
Además os declaro, hermanos, el evangelio que os he predicado, el cual también recibisteis, en el cual también perseveráis; por el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, si no creísteis en vano. Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras; y que apareció a Cefas, y después a los doce. Después apareció a más de quinientos hermanos a la vez, de los cuales muchos viven aún, y otros ya duermen. Después apareció a Jacobo; después a todos los apóstoles; y al último de todos, como a un abortivo, me apareció a mí.
(1 Corintios 15:1-8 RV60)