domingo, 2 de diciembre de 2012

Jerusalén, capital eterna de ...¿Palestina?

Los recientes acontecimientos históricos son una prueba más de la veracidad de la Biblia y de la existencia del Di-os de Israel. Con la aceptación de Palestina como Estado Observante en la ONU se abren las puertas para el proximo acontecimiento profético, la captura de Jerusalén por parte de los enemigos de Israel.

Jerusalén fue destruída por los romanos durante las guerras judeo-romanas de los años 70 al 135 de nuestra era. Con el templo de Jerusalén destruído en el año 70 y la expulsión de los judíos en el año 135 el territorio fue renombrado con el nombre de Palestina. Un nombre que ni siquiera aparece en la Biblia pero que descaradamente es usado en las traducciones cristianas en sus mapas como "Palestina en los tiempos de Jesús" mostrando el anti-judaísmo histórico del cristianismo, una religión fundada por un emperador romano que se desligó totalmente de sus raíces hebreas por el odio al pueblo judío.

Existe actualmente un espíritu de rebeldía hacia el Di-os de Israel que no solo se ve por parte de los hermanos de Jacob (a quien le fue cambiado el nombre por Israel), Ismaél y Esaú quienes hoy día son los árabes sino también por las naciones, los gentiles que niegan a Jerusalén como capital de Israel. 







Los árabes, que se hacen llamar así mismos como palestinos y que en su gran mayoría son musulmanes, buscan re-capturar a Jerusalén para el Islam y establecer el califato con Jerusalén como capital.





La nación de Israel despareció en el año 135 y volvió a nacer en el 1948. Jerusalén fue retomada en el 1967.



Tengamos en cuenta que Jerusalén les fui quitada a los judíos en el año 135 y fue recapturada en el 1967. Ahora vemos que los palestinos la quieren como su capital, al ser ahora reconocido como "Estado Observante" en la ONU.

El presidente palestino declaró que antes de la votación fue amenazado con "castigos y sanciones de varias partes", en referencia a Estados Unidos y a Israel. "Si hubiéramos escuchado estas amenazas, jamás habríamos acudido a Naciones Unidas", declaró. "Un día, un joven palestino izará la bandera palestina sobre Jerusalén, la capital eterna del estado de Palestina", aseguró Abbas.
O.Próximo.- Abbas, a su regreso a Cisjordania: "El mundo ha escrito el certificado de nacimiento de Palestina
ASÍ DICE EL ETERNO, DI-OS DE ISRAEL:


EL JUICIO DE LAS NACIONES

“Cuando llegue ese momento –dice el Señor–,
haré que cambie la suerte de Judá y Jerusalén. Reuniré a todas las naciones,
las llevaré al valle de Josafat[a]
y allí las juzgaré por lo que hicieron con mi pueblo Israel,
pues dispersaron a los israelitas[b] por todo el mundo
y se repartieron mi país.[c] Se repartieron mi pueblo echándolo a suertes,
vendieron los niños y las niñas,
y luego se gastaron el dinero
en vino y prostitutas.

Juicio del Señor contra las naciones

 “¿Qué queréis de mí, Tiro, Sidón[d] y Filistea?[e] ¿Queréis vengaros de mí? ¿Queréis cobraros algo? ¡Pues muy pronto os daré vuestro merecido!
(Joel 3:1-4 DHHe (D))

a 3.2 En hebreo, Josafat significa El Señor juzga. En el v. 14, este valle recibe el nombre de valle de la Decisión. Se ha identificado tradicionalmente con el valle de Cedrón, aunque es más probable que el profeta haya querido usar un nombre simbólico, sin referirse a un lugar determinado.

b 3.2 Israelitas: Este nombre se refiere aquí a todo el pueblo de Dios, que comprendía a los antiguos reinos del norte (Israel) y del sur (Judá). Cf. 1Re_12:1-24.

c 3.2 Acerca del juicio general a las naciones, cf. Isa_66:16; Jer_25:31; Sof_3:8; Mat_25:31-46.
d 3.4 Tiro y Sidón: Véanse Jos_11:8 n.; 1Re_5:1 n. e Índice de mapas.

e 3.4 Filistea: Véanse Jos_13:3 nota c e Índice de mapas. 


Tiro y Sidón son hoy día el Libano y Filistea es Gaza, vea el mapa. Curiosamente son las regiones de  las organizaciones terroristas musulmanas Hezbolla (Líbano) y Hamás (Gaza), enemigos de Israel.

¡Las profecías se están cumpliendo al frente de nuestros ojos!

ASÍ DICE EL ETERNO, DI-OS DE ISRAEL:


La liberación de Jerusalén
La liberación[a]
Este es un mensaje del Señor acerca de Israel.[b] El Señor, que ha extendido el cielo, ha puesto base a la tierra y ha dado vida al hombre, afirma: “Yo hago de Jerusalén una copa de vino[c] que emborrachará a todas las naciones vecinas. Cuando estas pongan sitio a Jerusalén, también las demás ciudades de Judá serán atacadas. En aquel tiempo convertiré a Jerusalén en una piedra[d] muy pesada para todas las naciones. Herirá a cualquiera de ellas que intente levantarla. Todas las naciones se juntarán en contra de Jerusalén, pero entonces yo espantaré a todos los caballos y volveré locos a sus jinetes. Cuidaré de los descendientes de Judá y dejaré ciegos a todos los caballos de las naciones.[e]
(Zacarías 12:1-4 DHHe (D))

a 12.1-13.6 El tema central de la sección final del libro es el día del Señor (14.1). En ese día, los que ataquen a Jerusalén serán destruidos (12.9), y los descendientes de David (12.10) restaurados. Véase Amó_5:18-20 nota o.

b 12.1 Israel se refiere aquí no solo al reino del norte, sino a todo el pueblo de Dios (cf. 1Cr_21:1; 2Cr_29:24), es decir, a los judíos e israelitas que habían regresado del exilio.

c 12.2 Copa de vino: imagen común para designar la ira de Dios (Sal_75:8; Isa_51:17-23; Jer_25:15-29; Eze_23:31-34).

d 12.3 Isa_8:14; Isa_28:16.

e 12.4 La locura, la ceguera y la confusión están incluidas, en Deu_28:28, entre las consecuencias de la infidelidad al Señor.


Victoria final de Jerusalén [a]
Ya viene el día del Señor,[b] cuando tus despojos, Jerusalén, serán repartidos en medio de ti. Ese día reunirá el Señor a todas las naciones para que peleen contra Jerusalén. Conquistarán la ciudad y saquearán sus casas, violarán a sus mujeres y se llevarán cautivos a la mitad de sus habitantes. Solamente el resto permanecerá en ella.[c] Pero luego saldrá el Señor a luchar contra esas naciones, como cuando lucha en el día de la batalla.[d]
(Zacarías 14:1-3 DHHe (D))

a 14.1-21 Este cap. final describe el día del Señor con un lenguaje simbólico: el ataque final de las naciones contra Jerusalén culminará con la victoria definitiva de Dios contra los enemigos de su pueblo. Cf. Isa_65:15-23; Ez 38-39; Joe_3:9-21.

b 14.1 Día del Señor: Véase 12.1-13.6 n.

c 14.1-2 Jerusalén será saqueada por las naciones, y sus despojos serán repartidos; solo el resto sobrevivirá. Cf. Zac_8:6, Zac_8:11-12.

d 14.3 Jue_5:4-5; 1Sa_7:10; 2Re_19:35.


¡El tiempo está cerca!

Cuando empiecen a suceder estas cosas, animaos y levantad la cabeza, porque muy pronto seréis liberados.” También les propuso Jesús esta comparación: “Mirad la higuera, o cualquier otro árbol: cuando veis que ya brotan sus hojas, comprendéis que el verano está cerca. De la misma manera, cuando veáis que suceden esas cosas, sabed que el reino de Dios ya está cerca. “Os aseguro que todo ello sucederá antes que haya muerto la gente de este tiempo. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. “Tened cuidado y no dejéis que vuestro corazón se endurezca por los vicios, las borracheras y las preocupaciones de esta vida, para que aquel día no caiga de pronto sobre vosotros como una trampa; porque así vendrá sobre todos los habitantes de la tierra. Permaneced vigilantes, orando en todo tiempo[q] para que podáis escapar de todas esas cosas que van a suceder, y para que podáis presentaros delante del Hijo del hombre.”
(Lucas 21:28-36 DHHe (D))

q 21.36 Orando en todo tiempo: Véase Luc_18:1 n.

¡Oremos por Israel y Jerusalén!



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