Gente mata a judíos para ir al paraíso. Otros ponen su enfoque en la vida después de la muerte en los cielos. Sin embargo las Escrituras claramente indican que el paraíso siempre ha estado en la tierra. Adán y Eva no estaban en el cielo cuando fueron expulsados del paraíso. Y la nueva Jerusalén desciende del cielo. La Jerusalén celestial es el Reino de El Eterno en la tierra. El Ungido del Eterno desciende de los cielos para reinar desde Jerusalén. Lea bien las Escrituras y se dará cuenta que la Nueva Jerusalén es el paraíso.
Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre, VENGA A NOSOTROS TU REINO...
Tiempo vendrá cuando desearéis ver uno de los días del Hijo del Hombre, y no lo veréis.
(Lucas 17:22)
Ciertamente vengo en breve. AMÉN; SÍ, VEN, SEÑOR YESHÚA
(Revelaciones 22:20)
¡Bendito el que viene en nombre de El Eterno!
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