El Eterno le dijo a Moshé
(Moisés): «Escribe estas palabras para ti, pues según estas palabras he
establecido un pacto contigo e Israel». Él permaneció allí, junto a El Eterno,
durante cuarenta días y cuarenta noches, y no comió pan ni bebió agua, y Él
escribió sobre las Tablas las palabras del pacto, los Diez Mandamientos.
(Éxodo 34:27-28 Tora
1999)
T'shuváh
(תשובה): Lit. ‘respuesta', y
deriva de ‘Volver' (shuv שוב). Es
decir ‘regresar con una respuesta a HaShem', ésta es: Arrepentimiento. Solo los
que una vez estuvieron, pueden volver (hacer t'shuváh).
La Tevilah o inmersión en las aguas (conocido por muchos como bautismo) es una practica Israelita muy antigua que se hacía como ritual para mostar el arrepentimiento de la persona. Yojanán ben Zecaryah haMatbil (Juan hijo de Zacarías, el inmersor - Juan el Bautista) era un maestro (rabí) de la Torá, hijo del sacerdote (cohen) Zacarías. El enseñaba acerca de la necesidad de T'shuvah del pueblo de Israel para prepararlo para la llegada de su Rey.
Lea el siguiente artículo para más información acerca de:
En aquellos días vino Iojanán
haMatbil exponiendo(44) [las
Escrituras] en el desierto de Iehudáh. El decía: Regresen en t’shuváh,
porque el Maljut Shamáim está pronto a venir. Para confirmar(45) lo que fue dicho según Ieshayáhu haNaví:
Voz de uno que clama: En el desierto preparen camino a HaShem,
hagan una vía recta en la tierra árida para nuestro Elohim (46). He aquí que Iojanán estaba vestido
de lana de camello y cuero negro ceñido en su cintura(47), y su alimento era la arbéh(48) y miel de los bosques. Entonces vinieron a
él de Irushaláim, de toda Iehudáh, y de todo el reino al rededor
del Iarden, y entonces confesaban sus faltas(49) y eran sumergidos en el Iarden por su maamar.
Vio que muchos de los Prushím y los Tzdoqím vinieron a su
inmersión, y él les dijo: Descendencia de serpientes, quien les enseñó a
ustedes a huir de la furia predestinada a venir de El. Hagan fruto de t’shuváh
shlemáh. No digan en sus corazones: Nuestro padre es Avraham. Amen,
yo les digo a ustedes que Elohim puede levantar a su hijo Avraham
de estas piedras. Ya el hacha ha alcanzado a la raíz del árbol, quien no haga
buen fruto será cortado y en el fuego incendiado. Las javurót le
preguntaron:(51) Si es así ¿que
debemos hacer? Iojanán les contestó: Quien tenga dos camisas, que le de
al que no tiene. Así que vino el pueblo para ser sumergido. Muchos le
preguntaron: ¿que debemos hacer? Y él les contestó: No estén ansiosos por nadie
y no castiguen, estén gozosos con la porción de ustedes. Todo el pueblo estaba pensando
y reflexionando en sus corazones circuncidados si quizás Iojanán era Iehoshúa.
Pero Iojanán contestó a todos ellos:
(Mateo 3:1-10
MH-ShemTov-AV)
Curiosamente la traducción del Mateo hebreo de Shem Tov dice:
En verdad he aquí yo los
sumerjo a ustedes en los días de t’shuváh, pero otro viene más fuerte
que yo, de quien yo no soy digno de desatar la correa de su sandalia. El los
sumergirá con el fuego de la Ruaj haQódesh.
(Mateo 3:11
MH-ShemTov-AV)
"En verdad he aquí yo los sumerjo a ustedes en los días de t’shuváh," Osea, en los Días de Arrepentimiento. ¿Serán éstos los días entre el comienzo del mes Elul y Yom Kipur? Yo creo que sí, pués la historia en el libro de Mateo continua diciendo.
En su mano está el aventador
para limpiar su era, y juntará el cereal en su granero y la paja será quemada
con fuego que no se extingue. Entonces vino Iehoshúa de Galil al Iarden
para ser sumergido por Iojanán. Iojanán estaba dudoso de
sumergirlo, y dijo: Yo debo ser sumergido por tí ¿y tú vienes a mí? Respondió Iehoshúa
y le dijo: Deja [que sea así], porque nosotros estamos obligados a llevar a
efecto(53) toda justicia; entonces Iojanán
lo sumergió. Enseguida que subió de las aguas, se abrió para él los cielos y
vio la Ruaj Elohim descender como paloma y ministraba sobre él. Entonces
he aquí que una voz de los cielos decía: Este es mi hijo, mi amado, muy muy
amado, y mi complacencia está en él.
(Mateo 3:12-17
MH-ShemTov-AV)
Entonces fue tomado por la Ruaj
haQódesh al desierto para ser probado(55)
del satan(56). Ayunó cuarenta
días y cuarenta noches, y después de esto tuvo hambre.
(Mateo 4:1-2
MH-ShemTov-AV)
"Ayunó cuarenta días y cuarenta noches". Durante esos cuarentas días Yeshúa refleccionó acerca de sí mismo, conociendo que el es el Elegido de Hashem para reinar sobre su pueblo Israel como le fue prometido a su ancestro el Rey David, fue probado por su propia conciencia de la misma forma que todos somos probados constantemente: los desesos de la carne, los deseos de los ojos y la vanagloria de la vida ( 1 Juan 2:16) el cual es nuestra inclinación hacia el mal (el diablo) con la salvedad que venció y no transgredió la voluntad del Eterno (Hebreo 4:15).
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