La profecía de Daniel habla de cuatro reinos que existirán antes de la llegada del Reino Mesiánico. Estas son descritas como bestias que simbolizan imperios (reinados). Tanto la profecía de Daniel capítulo 2 como la del capítulo 7 hablan de lo mismo y así en la carta de Revelación vemos la misma visión en Apocalipsis capítulo 13 pero esta vez vemos que la cuarta bestia es la unión de las otras tres bestías.
Me paré sobre la arena del mar, y vi subir del mar una bestia que tenía siete cabezas y diez cuernos; y en sus cuernos diez diademas; y sobre sus cabezas, un nombre blasfemo. Y la bestia que vi era semejante a un leopardo, y sus pies como de oso, y su boca como boca de león. Y el dragón le dio su poder y su trono, y grande autoridad. Vi una de sus cabezas como herida de muerte, pero su herida mortal fue sanada; y se maravilló toda la tierra en pos de la bestia, y adoraron al dragón que había dado autoridad a la bestia, y adoraron a la bestia, diciendo: ¿Quién como la bestia, y quién podrá luchar contra ella?
(Apocalipsis 13:1-4 RV60)
cuarta bestia = 7 cabezas = 1 cabeza + 4 cabezas (Daniel 7:6) leopardo + 1 cabeza oso + 1 cabeza león
Si examinamos las extensiones territoriales de las tres primeras bestias: leopardo, oso y león veremos que la cuarta bestia cubre todas ellas. Todos estamos de acuerdo en que el leopardo, el oso y el león representan al imperio griego, imperio persa e imperio babilonio.
león (imperio babilonio)
oso (imperio persa)
leopardo (imperio griego)
Estos imperios desaparecieron pero resurgirán por un corto tiempo.
Habían también quitado a las otras bestias su dominio, pero les había sido prolongada la vida hasta cierto tiempo.
(Daniel 7:12 RV60)
La clave para identificar la cuarta bestia está en que su imperio cubrirá los mismos territorios de las tres primeras bestías.
países musulmanes de hoy día
máxima expansión del imperio romano
mapa del califato propuesto por el Estado Islámico
la bestia cuya herida mortal (1453-1923) está siendo sanada
Note el territorio del imperio romano no cubre la parte oriental (Persia y Babilonia) pero estos territorios hoy día son musulmanes y están dentro de los planes del califato global. Así pués vemos identificada la cuarta bestia: el Estado Islámico que se expandirá dentro de los próximos años, probablemente bajo el sultán y califa Recep Tayip Erdogan, atcual presidente de Turquía.
Otra de las características de la cuarta bestía son las blasfemias.
Me paré sobre la arena del mar, y vi subir del mar una bestia que tenía siete cabezas y diez cuernos; y en sus cuernos diez diademas; y sobre sus cabezas, un nombre blasfemo.
(Apocalipsis 13:1 RV60)
Y abrió su boca en blasfemias contra Dios, para blasfemar de su nombre, de su tabernáculo, y de los que moran en el cielo.
(Apocalipsis 13:6 RV60)
No hay mayor blasfemia que esta:
El cual llama al Eterno, Di-os de Israel con el nombre de una deidad árabe pre-islámica, declara a Muhammad como la Palabra de Di-os y niega al señalar con su dedo índice al Hijo-Di-os para indicar que Di-os es uno y no tiene Hijo.
Esta cuarta bestia surgirá con la ayuda de otra bestía (imperio o gobierno) que la apoyará y abilitará .
Después vi otra bestia que subía de la tierra; y tenía dos cuernos semejantes a los de un cordero, pero hablaba como dragón. Y ejerce toda la autoridad de la primera bestia en presencia de ella, y hace que la tierra y los moradores de ella adoren a la primera bestia, cuya herida mortal fue sanada. También hace grandes señales, de tal manera que aun hace descender fuego del cielo a la tierra delante de los hombres. Y engaña a los moradores de la tierra con las señales que se le ha permitido hacer en presencia de la bestia, mandando a los moradores de la tierra que le hagan imagen a la bestia que tiene la herida de espada, y vivió.
(Apocalipsis 13:11-14 RV60)
Esta otra bestia es el globalismo del mundo secular cuyos líderes constantemente nos recuerdan que el terrorismo islámico no tiene nada que ver con el Islám y que éste es una religión de paz. Y nos engañan con una falsa crisis humanitaria de refugiados sirios que no es otra cosa que una invasón musulmana orquestrada por ellos mismos.
Los acontecimientos de hoy día dan claridad a los textos proféticos de la carta acerca de la revelación de Ieshúa (Jesús) al final de la era presente. El resurgimiento del Islam a partir del 11 de septiembre de 2001 y la aparición del califato islámico o estado islámico el 29 de junio de 2014 son indicadores del surgimiento de una bestia o imperio de gran poder y autoridad mundial. Un imperio que ya había surgido pero que fue destruído al final de la primera mundial y que ahora está resurgiendo sigilosamente mientras el mundo permanece distraído. Me refiero al imperio otomano que recientemente celebró sus 562 años de la conquista de Constantinopla (hoy Estambul) el 29 de mayo de 1453 poniendo fin al imperio oriental romano o imperio bizantino. El califato islámico o estado islámico de Siria y el levante ha dejado sus intenciones claras de conquistar Roma, antigua capital del imperio romano occidental. Pero es Turquía, la antigua región de Anatolia, el área geográfica que el emisario o apóstol Shaúl de Tarso (Pablo) visitó en sus viajes misioneros y donde se encuentra las siete ciudades mencionadas en la carta de Iojanán (Juan), de donde surgirá el imperio neo-otomano dirigido por el Sultán Recep Tayyip Erdogan, hoy día Presidente de Turquía y uno de los hombres más peligrosos y malvados del mundo que tiene las intenciones de unir al mundo musulmán dividido entre sunitas y shiitas para emprender la re-conquista de la ciudad de Jerusalén para el Islam.
Al mismo tiempo vemos al dragón o la élite global que buscar instaurar un nuevo orden mundial en donde una dictadura socialista de carácter global esclavizará a las masas, ayuda de forma descarada y en nuestras narices al resurgimiento del califato islámico. La profecía muestra claramente que juntos harán guerra contra los santos (Judíos y Cristianos - las dos Casas de Israel) y los vencerán. Pero será por un periodo breve de tiempo. Sin embargo muchos sufriremos y estaremos bajo gran tribulación. No importa cuando esfuerzo hagamos por sobrevivir, almacenando alimento, agua, municiones, etc. la carta claramente dice:
Si alguien es destinado a la cautividad, a la cautividad va; si alguien ha de morir a espada, a espada ha de morir. Aquí está la perseverancia y la fe de los santos.
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