jueves, 18 de junio de 2020

Un mundo sin Dios

Un mundo sin Dios


Un mundo sin Dios
Un mundo sin Dios
Un mundo sin Dios es un mundo lleno de tinieblas y destrucción total. Un mundo sin Dios genera el mundo caído en el que vivimos hoy.
Un mundo sin Dios es un mundo de tinieblas y maldad. Un mundo sin Dios es un mundo desordenado y atroz, porque donde no está Dios no puede haber orden ni estabilidad, y aun la naturaleza se sale de control, porque Dios es el eje en el cual debe sostenerse la Creación y al romperse dicho eje, al alejarnos de Dios, solo puede quedar el caos que tenemos actualmente.
En su libro “Un cristiano de verdad” el pastor Charles Price expresa lo siguiente:
Dios no creó al humano para funcionar y desempeñarse independientemente de Él, sino para ser habilitado por Dios, para que la Presencia del Padre pudiera ser lo que habilitara al hombre. En el jardín del Edén Dios le dijo a Adán:
De todo árbol del huerto podrás comer; más del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás’, Génesis 2:16-17.
Él no hablaba de la muerte física, sino que la consecuencia del acto de desobediencia sería, que la vida de Dios se retiraría de la experiencia del hombre y aunque se mantuviera físicamente vivo, quedaría espiritualmente muerto. Esta muerte es la que describe Pablo como la paga del pecado en Romanos 6:23.
Fue la paga en el jardín del Edén cuando Adán escogió la desobediencia en vez de la obediencia y la independencia en vez de la dependencia total a Dios. En consecuencia, en ‘Adán todos mueren’, 1 Corintios 15:22. La raza humana entera murió en Adán y desde entonces, todos han nacido espiritualmente muertos”, (Un Cristiano de Verdad, página 23).
Un mundo sin Dios es un mundo de tinieblas
Muchos se quejan por todas las calamidades que afectan a nuestra sociedad y no quieren entender que el problema de la actualidad es un problema espiritual, y que todos somos los generadores de semejante descomposición social al adaptarnos fácilmente a un mundo materialista, a una vida sin DiosPor décadas hemos minimizado y aun suprimido la presencia de Dios en nuestras vidas, nuestros hogares y nuestra sociedad y al hacerlo, hemos creado lo que vemos hoy.
Es imposible creer que podemos sacar a Dios de nuestra sociedad y pretender que todo funcione bien o aun querer que Él actúe poniendo orden en nuestro entorno, cuando siempre lo hemos rechazado y negado.
Muchos dicen: “Si Dios existiera esto no pasaría, entonces, dónde está Dios?” Dios está donde la humanidad arrogante y egoísta lo ha puesto, lejos de la familia, fuera de las escuelas e instituciones y por ende lo más alejado de nuestra sociedad. No podemos creer que Dios es un ser pusilánime y tonto que está en una esquina cualquiera presto a correr a sacarnos de los problemas cuando ellos ocurren y luego volver a su humilde rincón a mirar desde lejos.
Lamentablemente esa es la imagen que nos han mostrado tradicionalmente a través de las religiones y es por eso que muchos creen que Dios es algo así como un trapo viejo que se toma cuando necesitamos limpiar nuestros regueros o desperdicios y que volvemos a tirar cuando ya no lo necesitamos. Porque siempre se ha dicho que Dios es bueno, muchos creen o confunden bondad con estupidez y creen que Dios puede ser manipulado o usado como un títere a su propia conveniencia. Claro que Dios es bueno, pero bueno significa justo, recto, íntegro y por lo tanto no soporta el pecado.
El poeta Charles Dickens decía: “Vivimos en el mejor de los tiempos, pero también en el peor”, y hacía referencia a todos los avances de la humanidad pero también al acelerado avance de la maldad del hombre, que como dijo Jesús en Mateo 24, terminó con el amor y la solidaridad. El hombre creció en conocimiento pero pensando en que era demasiado sabio, se alejó de Dios, dando como resultado un mundo sin Dios.
Hoy todos conocen de ciencia y tecnología, pero muy poco saben de Dios, jamás se ocupan de Él porque sienten no necesitarlo, pero solamente cuando las calamidades llegan y los fenómenos naturales se salen de control, entonces es ahí donde sí se preguntan y dónde está Dios?
Dios no está de acuerdo con lo que está pasando en el mundo, ni con la injusticia ni la maldad  pero no hace nada porque la gente no lo busca. Dios hace y puede hacer lo que quiera pero solo actúa a favor nuestro, cuando lo buscamos y le pedimos que lo haga. Dios es Dios y lo seguirá siendo por siempre, lo busquemos o no. Sin embargo, nosotros no somos nada sin él y es por eso que nos conviene buscar a Dios, si realmente queremos cambiar el mundo de hoy.

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