miércoles, 11 de enero de 2017

El escenario es más claro hoy día.

Profecía de la palabra de Jehová acerca de Israel.  Jehová,  que extiende los cielos y funda la tierra,  y forma el espíritu del hombre dentro de él,  ha dicho: He aquí yo pongo a Jerusalén por copa que hará temblar a todos los pueblos de alrededor contra Judá,  en el sitio contra Jerusalén. Y en aquel día yo pondré a Jerusalén por piedra pesada a todos los pueblos;  todos los que se la cargaren serán despedazados,  bien que todas las naciones de la tierra se juntarán contra ella.
(Zacarías 12:1-3 RV60)


 Israel, este pequeño país en el corazón de Oriente Medio, se ha convertido en el nuevo objetivo de la diplomacia-abuso en las Naciones Unidas, encabezada por los estadounidenses, los europeos (principalmente Francia) y la Organización de Cooperación Islámica (OCI) 57 Estados Islámicos más "Palestina", que en este momento forma el mayor bloque en la ONU. 
El 23 de diciembre de 2016, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó la Resolución 2334, que establece efectivamente los límites para el estado palestino en las líneas de armisticio de 1949. Los árabes se habían negado previamente a aceptar la línea del armisticio como frontera, presumiblemente porque de acuerdo con ella podría impedir que los palestinos trataran de obtener el resto de "Palestina", definida por ellos como "desde el río [Jordania]hasta el mar [Mediterraneo] "- que significa todo Israel. Basta con mirar a cualquier mapa palestino - Es idéntico a la forma de la totalidad de Israel
Traducción al español de la fuente: https://www.gatestoneinstitute.org/9730/un-holocaust-treachery


Me paré sobre la arena del mar,  y vi subir del mar una bestia que tenía siete cabezas y diez cuernos;  y en sus cuernos diez diademas;  y sobre sus cabezas,  un nombre blasfemo. Y la bestia que vi era semejante a un leopardo,  y sus pies como de oso,  y su boca como boca de león.  Y el dragón le dio su poder y su trono,  y grande autoridad. Vi una de sus cabezas como herida de muerte,  pero su herida mortal fue sanada;  y se maravilló toda la tierra en pos de la bestia, y adoraron al dragón que había dado autoridad a la bestia,  y adoraron a la bestia,  diciendo:  ¿Quién como la bestia,  y quién podrá luchar contra ella? También se le dio boca que hablaba grandes cosas y blasfemias;  y se le dio autoridad para actuar cuarenta y dos meses. Y abrió su boca en blasfemias contra Dios,  para blasfemar de su nombre,  de su tabernáculo,  y de los que moran en el cielo. Y se le permitió hacer guerra contra los santos,  y vencerlos.  También se le dio autoridad sobre toda tribu,  pueblo,  lengua y nación. Y la adoraron todos los moradores de la tierra cuyos nombres no estaban escritos en el libro de la vida del Cordero que fue inmolado desde el principio del mundo. Si alguno tiene oído,  oiga. Si alguno lleva en cautividad,  va en cautividad;  si alguno mata a espada,  a espada debe ser muerto.  Aquí está la paciencia y la fe de los santos. Después vi otra bestia que subía de la tierra [la ONU y la elite global del Nuevo Orden Mundial];  y tenía dos cuernos semejantes a los de un cordero,  pero hablaba como dragón. Y ejerce toda la autoridad de la primera bestia en presencia de ella,  y hace que la tierra y los moradores de ella adoren a la primera bestia[el Islam y su Califato global],  cuya herida mortal fue sanada. También hace grandes señales,  de tal manera que aun hace descender fuego del cielo a la tierra delante de los hombres. Y engaña a los moradores de la tierra con las señales que se le ha permitido hacer en presencia de la bestia,  mandando a los moradores de la tierra que le hagan imagen a la bestia que tiene la herida de espada,  y vivió. Y se le permitió infundir aliento a la imagen de la bestia,  para que la imagen hablase e hiciese matar a todo el que no la adorase. Y hacía que a todos,  pequeños y grandes,  ricos y pobres,  libres y esclavos,  se les pusiese una marca en la mano derecha,  o en la frente; y que ninguno pudiese comprar ni vender,  sino el que tuviese la marca o el nombre de la bestia,  o el número de su nombre. Aquí hay sabiduría.  El que tiene entendimiento,  cuente el número de la bestia,  pues es número de hombre.  Y su número es seiscientos sesenta y seis.
(Apocalipsis 13:1-18 RV60)



El que tenga ojos para ver, ¡Vea!

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