Si la Buena Noticia que predicamos está
escondida detrás de un velo, sólo está oculta de la gente que se pierde.
Satanás, quien es el dios de este mundo, ha cegado la mente de los que no
creen. Son incapaces de ver la gloriosa luz de la Buena Noticia. No entienden
este mensaje acerca de la gloria de Cristo, quien es la imagen exacta de Dios.
(2 Corintios 4:3-4 NTV)
¡Pero
no me sorprende para nada! Aun Satanás se disfraza de ángel de luz. Así que no
es de sorprenderse que los que lo sirven también se disfracen de siervos de la
justicia. Al final, recibirán el castigo que sus acciones perversas merecen.
(2 Corintios 11:14-15 NTV)
Entonces hubo guerra en el cielo. Miguel y
sus ángeles lucharon contra el dragón y sus ángeles.
El dragón perdió la batalla y él y sus ángeles fueron expulsados del cielo.
Este gran dragón —la serpiente antigua llamada diablo o Satanás, el que engaña
al mundo entero —fue lanzado a la tierra junto con todos sus ángeles.
(Apocalipsis 12:7-9 NTV)
Pues no luchamos contra enemigos de carne
y hueso, sino contra gobernadores malignos y autoridades del mundo invisible,
contra fuerzas poderosas de este mundo tenebroso y contra espíritus
malignos de los lugares celestiales.
(Efesios 6:12 NTV)
Los textos bíblicos de arriba nos demuestran que la maldad existe y se opone al Creador. Su odio se ha manifestado atravéz de toda la historia de la humanidad por medio de la violencia, el engaño, la mentira y la decepción. Este odio lo vemos claramente hoy día más perceptible en el mundo que nos rodea. Siempre su pueblo escogido ha sido el blanco principal del odio hacia el Creador. Fueron odiados aún cuando no eran siquiera una nación en Egipto. Odiados por todos los Cananeos. Odiados por los Asirios. odiado por los Babilonios. Odiados por los Griegos. Odiados por los Romanos. Odiados por la Iglesia Católica. Odiados por el Islam y los Musulmanes. Odiados por reformadores protestantes como Martín Lutero. Odiados por los alemanes Nazis. Odiados por los árabes jordanos que se auto llaman "Palestinos". Odiados por los que boicotean en la campaña de desinversiones y sanciones. Odiados por los auto llamados "Guerreros de Justicia Social". Odiados por la UNESCO al querer borrar toda su historia. Odiados por las Naciones Unidas en su Resolución 2334 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Odiados por el Presidente de los Estados Unidos Barack Hussein Obama y su Secretario de Estado John Kerry. ¡Odiados por el mundo entero!
Ésta es la razón por la cual la Biblia, toda la Sagrada Escritura conocida popularmente como Antiguo y Nuevo Testamentos, es verídica pués ella profetizó de todo este odio a la nación que Di-os creó para sí.
Este mensaje vino del SEÑOR
con respecto al destino de Israel: «El siguiente mensaje es del SEÑOR, quien
extendió los cielos, puso los cimientos de la tierra y formó el espíritu
humano. Haré que Jerusalén sea como una bebida embriagante que causa que las
naciones vecinas se tambaleen cuando envíen a sus ejércitos para sitiar a
Jerusalén y a Judá. En aquel día yo convertiré a Jerusalén en una roca
inamovible. Todas las naciones se reunirán en contra de ella para tratar de
moverla, pero sólo se herirán a sí mismas.
(Zacarías 12:1-3 NTV)
Un cántico.
Salmo de Asaf.
¡Oh
Dios, no guardes silencio! No cierres tus oídos; no te quedes callado, oh Dios.
¿No oyes el alboroto que hacen tus enemigos? ¿No ves que tus arrogantes
adversarios se levantan? Inventan intrigas astutas contra tu pueblo; conspiran
en contra de tus seres preciados. «Vengan —dicen—, exterminemos a Israel como
nación; destruiremos hasta el más mínimo recuerdo de su existencia».
(Salmos 83:1-4 NTV)
»Hijo
de hombre, profetiza a los montes de Israel y dales este mensaje: “¡Oh montañas
de Israel, oigan la palabra del SEÑOR! Esto dice el SEÑOR Soberano: sus
enemigos se mofaron de ustedes diciendo: ‘¡Ajá, ahora las alturas antiguas nos
pertenecen!’ ”. Por lo tanto, hijo de hombre, da este mensaje a los montes de
Israel de parte del SEÑOR Soberano: “Sus enemigos los atacaron por todas
partes, los hicieron propiedad de muchas naciones y objeto de mucha burla y
calumnia. Por lo tanto, montes de Israel, oigan la palabra del SEÑOR Soberano.
Él habla a las colinas y a los montes; a los barrancos y a los valles; a las
asoladas tierras baldías y a las ciudades abandonadas de hace tiempo, que
fueron destruidas y burladas por naciones vecinas. Esto dice el SEÑOR Soberano:
el enojo de mis celos arde contra esas naciones, especialmente contra Edom,
porque me trataron con total desprecio cuando, con aires de triunfo, se
apoderaron de mi tierra y la tomaron como botín”.
(Ezequiel 36:1-5 NTV)
¡Atención,
viene el día del SEÑOR, cuando tus posesiones serán saqueadas frente a ti!
Reuniré a todas las naciones para que peleen contra Jerusalén. La ciudad será
tomada, las casas saqueadas y las mujeres violadas. La mitad de la población
será llevada al cautiverio y al resto la dejarán entre las ruinas de la ciudad.
Luego el SEÑOR saldrá a pelear contra esas naciones, como lo hizo en tiempos
pasados.
(Zacarías 14:1-3 NTV)
»En
el tiempo de esos acontecimientos —dice el SEÑOR—, cuando yo restaure la
prosperidad de Judá y de Jerusalén, reuniré a los ejércitos del mundo en el
valle de Josafat.* Allí los juzgaré por hacerle daño a mi pueblo, mi posesión
más preciada, por dispersar a mi pueblo entre las naciones y por dividir mi
tierra.
(Joel 3:1-2 NTV)
»Y
el Rey dirá: “Les digo la verdad, cuando hicieron alguna de estas cosas al más
insignificante de éstos, mis hermanos, ¡me lo hicieron a mí!”. »Luego el Rey se
dirigirá a los de la izquierda y dirá: “¡Fuera de aquí, ustedes, los malditos,
al fuego eterno preparado para el diablo y sus demonios!* Pues tuve hambre, y
no me alimentaron. Tuve sed, y no me dieron de beber. Fui extranjero, y no me
invitaron a su hogar. Estuve desnudo, y no me dieron ropa. Estuve enfermo y en
prisión, y no me visitaron”. »Entonces ellos responderán: “Señor, ¿en qué
momento te vimos con hambre o con sed o como extranjero o desnudo o enfermo o
en prisión y no te ayudamos?”. »Y él responderá: “Les digo la verdad, cuando se
negaron a ayudar al más insignificante de éstos, mis hermanos, se negaron a
ayudarme a mí”. »Y ellos irán al castigo eterno, pero los justos entrarán en la
vida eterna.
(Mateo 25:40-46 NTV)
Recuerde bien, ¡Jesús es Judio y el Rey de los Judios! Su pueblo es el la nación que su Padre creó. Di-os es fiel a sus promesas. ¡Su Palabra no cambia!
Jesucristo es el mismo ayer, hoy y
siempre.
(Hebreos 13:8 NTV)
Él es la Palabra Viviente de Di-os y dijo atravéz de su profeta Jeremías.
Es el SEÑOR
quien provee el sol para alumbrar el día y la luna y las estrellas para
alumbrar la noche, y agita el mar y hace olas rugientes. Su nombre es el SEÑOR
de los Ejércitos Celestiales, y esto es lo que dice: «¡Igual de improbable es
que anule las leyes de la naturaleza como que rechace a mi pueblo Israel!».
Esto dice el SEÑOR: «Así como no se pueden medir los cielos ni explorar los
fundamentos de la tierra, así tampoco consideraré echarlos fuera por las
maldades que han hecho. ¡Yo, el SEÑOR, he hablado! »Se acerca el día —dice el
SEÑOR—, cuando toda Jerusalén será reconstruida para mí, desde la Torre de
Hananeel hasta la Puerta de la Esquina. Se extenderá una cuerda de medir sobre
la colina de Gareb hasta Goa y el área entera —incluidos el cementerio y el
basurero de cenizas en el valle, y todos los campos en el oriente hasta el
valle de Cedrón y hasta la Puerta de los Caballos— será santa al SEÑOR. Nunca
más la ciudad será conquistada ni destruida».
(Jeremías 31:35-40 NTV)
Y el su pro0feta Zacarías dijo:
Entonces Jerusalén,
por fin a salvo, se llenará de gente y nunca más será maldecida ni destruida.
Luego el SEÑOR enviará una plaga sobre todas las naciones que pelearon contra
Jerusalén. Sus habitantes llegarán a ser como cadáveres ambulantes, la carne se
les pudrirá. Se les pudrirán los ojos en sus cuencas y la lengua en la boca. En
aquel día sentirán terror, agobiados por el SEÑOR con un terrible pánico.
Pelearán contra sus vecinos mano a mano. También Judá peleará en Jerusalén.
Tomarán las riquezas de todas las naciones vecinas: grandes cantidades de oro,
plata y ropa costosa. Esta misma plaga atacará a caballos, mulas, camellos,
asnos y demás animales de los campos enemigos. A fin de cuentas, los enemigos
de Jerusalén que sobrevivan a la plaga, subirán a Jerusalén cada año para
adorar al Rey, el SEÑOR de los Ejércitos Celestiales, y para celebrar el
Festival de las Enramadas. Toda nación que se niegue a ir a Jerusalén para
adorar al Rey, el SEÑOR de los Ejércitos Celestiales, no recibirá lluvia.
(Zacarías 14:11-17 NTV)
Y Isaías dijo:
«Yo
puedo ver lo que están haciendo y sé lo que están pensando. Por eso reuniré a
todas las naciones y a todos los pueblos, y ellos verán mi gloria. Realizaré
una señal entre ellos y enviaré a los sobrevivientes a que lleven mi mensaje a
las naciones: a Tarsis, a los libios* y a los lidios* (que son famosos arqueros),
a Tubal y a Grecia* y a todas las tierras más allá del mar que no han oído de
mi fama ni han visto mi gloria. Allí declararán mi gloria ante las naciones.
Ellos traerán de regreso al remanente de sus hermanos de entre las naciones y
los llevarán a mi monte santo en Jerusalén, como ofrenda al SEÑOR. Irán a
caballo, en carros de guerra, en carretas, en mulas y en camellos —dice el
SEÑOR—; y nombraré a algunos de ellos para que sean mis sacerdotes y levitas.
¡Yo, el SEÑOR, he hablado! »Tan cierto como que mis cielos nuevos y mi tierra
nueva permanecerán, así también ustedes serán mi pueblo para siempre, con un
nombre que nunca desaparecerá —dice el SEÑOR—. Toda la humanidad vendrá a
adorarme semana tras semana y mes tras mes. Y cuando salgan, verán los cadáveres
de los que se han rebelado contra mí. Los gusanos que los devoran nunca
morirán, y el fuego que los quema nunca se apagará. Todos los que pasen por
allí se llenarán de horror absoluto».
(Isaías 66:18-24 NTV)
Por tanto...
Consulten entre ustedes, defiendan su
causa; reúnanse y resuelvan qué decir. ¿Quién dio a conocer
estas cosas desde hace mucho? ¿Cuál de los ídolos alguna vez les dijo que iban
a suceder? ¿Acaso no fui yo, el SEÑOR? Pues no hay otro dios aparte de mí, un
Dios justo y Salvador; fuera de mí no hay otro. ¡Que todo el mundo me busque
para la salvación!, porque yo soy Dios; no hay otro. He jurado por mi propio
nombre; he dicho la verdad y no faltaré a mi palabra: toda rodilla se doblará
ante mí, y toda lengua me confesará su lealtad».* La gente declarará: «El SEÑOR
es la fuente de mi justicia y de mi fortaleza». Y todos los que estaban
enojados con él, se le acercarán y quedarán avergonzados. En el SEÑOR, todas
las generaciones de Israel serán justificadas, y en él se enorgullecerán.
(Isaías 45:21-25 NTV)
Tengan la misma actitud que tuvo Cristo
Jesús. Aunque era Dios, no consideró que el ser
igual a Dios fuera algo a lo cual aferrarse. En cambio, renunció a sus
privilegios divinos; adoptó la humilde posición de un esclavo y nació como un
ser humano. Cuando apareció en forma de hombre, se humilló a sí mismo en
obediencia a Dios y murió en una cruz como morían los criminales. Por lo tanto,
Dios lo elevó al lugar de máximo honor y le dio el nombre que está por encima
de todos los demás nombres para que, ante el nombre de Jesús, se doble toda
rodilla en el cielo y en la tierra y debajo de la tierra, y toda lengua
confiese que Jesucristo es el Señor para la gloria de Dios Padre.
(Filipenses 2:5-11 NTV)
¡AMÉN!
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