viernes, 9 de diciembre de 2011

Y la palabra se hizo carne...


En un principio era el Logos, y el Logos estaba ante Dios, y Dios era el Logos. En un principio Éste estaba ante Dios. Todas las cosas por Él fueron hechas, y sin Él, nada de lo que ha sido hecho fue hecho.
(Juan 1:1-3 BTX3)

Y el Logos se hizo carne, y tabernaculizó entre nosotros, y contemplamos su gloria (gloria como del Unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad. 
(Juan 1:14 BTX3)

La traducción de Mijael Kibutz, Pacto Mesíanico (versión latina 2010), http://www.academiaberea.com/libros/NT-PM-L.pdf
dice:

En un principio era la Palabra, y la Palabra se hallaba en Elohím, y
Elohím decía la Palabra.  Esta tenía dentro un principio conforme a
Elohím.  Todas las cosas mediante ella fueron hechas, y sin ella, ni una
de las que han sido hechas, fue hecha.
(Yohanan 1:1-3)

Y aquella Palabra se hizo carne y tabernáculo
entre nosotros y contemplamos su gloria, gloria como del unigénito del
Padre, lleno de gracia y de verdad.
(Yohanan 1:14)

¿Qué dicen las Escrituras sobre el Mesías?

Plugo a YHVH quebrantarlo y someterlo a padecimiento. Cuando se haya puesto su vida en sacrificio expiatorio, verá a su descendencia, Vivirá por días sin fin, y la voluntad de YHVH triunfará en su mano. Gracias a la aflicción de su alma, verá la luz y quedará satisfecho. Por su conocimiento, mi Siervo, el Justo, justificará a muchos, Y cargará con los pecados de ellos. 
(Isaías 53:10-11 BTX3)

Varones israelitas, oíd estas palabras: Jesús nazareno, varón aprobado por Dios entre vosotros con maravillas y prodigios y señales milagrosas, que Dios hizo por medio de Él entre vosotros, como también vosotros sabéis; 
(Hechos 2:22 BTX3)

Varones hermanos, se os puede decir con franqueza acerca del patriarca David, que no sólo murió, sino que también fue sepultado, y su sepulcro está con nosotros hasta este día. Pero, siendo profeta, y sabiendo que Dios le había jurado sentar en su trono al fruto de sus lomos, previéndolo, habló acerca de la resurrección del Mesías, que no fue desamparado en el Hades, ni su carne vio corrupción. A este Jesús lo ha resucitado Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos. 
(Hechos 2:29-32 BTX3)

Ninguno de estos textos habla de la "encarnación de Di-os", ni  de "Di-os hecho hombre".

Y el Logos se hizo carne, y tabernaculizó entre nosotros...

Y aquella Palabra se hizo carne y tabernáculo entre nosotros...

Esto nos habla del propósito divino y  la época del nacimiento del Mesías.

El propósito divino era hablar a los hombres por medio de un siervo muy especial, su Escogido.

Habiendo Dios hablado en el tiempo antiguo muchas veces y de muchas maneras a los padres por los profetas, en estos postreros días nos habló por medio del Hijo, a quien constituyó heredero de todas las cosas, por el cual también hizo el universo; 
(Hebreos 1:1-2 BTX3)

He aquí mi Siervo, a quien Yo sostengo; Mi escogido, en quien se complace mi alma. He puesto mi Espíritu sobre Él, Y Él traerá la justicia a las naciones. 
(Isaías 42:1 BTX3)

El Espíritu de Adonay YHVH está sobre mí, porque YHVH me ha ungido. Me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, A vendar los corazones desgarrados, A proclamar libertad a los cautivos Y a los presos apertura de la cárcel; 
(Isaías 61:1 BTX3)

¿Cuándo nació?
¡Durante la fiesta de los Tabernáculos!

¿Quién es su padre?
¡Yosef, un descendiente del Rey David!

a una virgen desposada con un varón cuyo nombre era José, de la casa de David, y el nombre de la virgen era Miriam. 
(Lucas 1:27 BTX3)

Bendito el Señor Dios de Israel, Porque visitó e hizo redención a su pueblo, Y nos levantó Cuerno de salvación, En la casa de David su siervo (Como habló por boca de sus santos profetas, Desde el principio del mundo), 
(Lucas 1:68-70 BTX3)

Felipe halla a Natanael y le dice: Hemos hallado a aquél de quien escribió Moisés en la ley y los profetas: a Jesús, hijo de José, el de Nazaret. 
(Juan 1:45 BTX3)

¡Shalom!

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