1. La continuidad de la historia relatada en sus 66 libros sagrados que componen la Biblia Cristiana. No existe una división de dos partes mal llamadas Antiguo Testamento y Nuevo Testamento.
2. La ekklesia como la asamblea apartada y consagrada al Eterno nació en el monte Sinaí con la entrega de la Torah al pueblo hebreo. La ekklesia no es un fenómeno creado en el mal llamado Nuevo Testamento sino que la misma está compuesta por los que confían y obedecen al Eterno. Esta ekklesia está liderada por su Rey, el Ungido (Siervo) del Eterno, Yeshúa de Nazaret, hijo de David.
3. El Siervo del Eterno es un descendiente del Rey David y no la encarnación del Eterno o su Hijo divino.
Preste atención al testimonio del judío helenizado Esteban.
Y él respondió: Varones
hermanos y padres, oíd: El Dios de la gloria apareció a nuestro padre Avraham,
estando en Mesopotamia, antes que morase en Jarán, y le dijo: Sal de tu tierra
y de tu parentela, y ven a la tierra que yo te mostraré. Entonces salió de la
tierra de los caldeos y habitó en Harán; y de allí, muerto su padre, Di-os le
trasladó a esta tierra, en la cual vosotros habitáis ahora. Y no le dio
herencia en ella, ni aun para asentar un pie; pero le prometió que se la daría
en posesión, y a su descendencia después de él, cuando aún no tenía hijo. Y le
dijo Di-os así: Que su descendencia sería extranjera en tierra ajena, y que los
reducirían a servidumbre y los maltratarían, por cuatrocientos años. Mas yo
juzgaré, dijo Di-os, a la nación de la cual serán esclavos; y después de que
estas cosas hayan ocurrido, saldrán y me servirán en este lugar. Y le dio la
Alianza de la Circuncisión; y así Avraham engendró a Yitzjak y le circuncidó al
octavo día; Yitzjak a Ya'akov y Ya'akov a los doce patriarcas. Los patriarcas,
por envidia, vendieron a Yosef para Egipto; pero Di-os estaba con él, y le
libró de todas sus tribulaciones, y le dio gracia y sabiduría delante de Faraón
rey de Egipto, quien lo puso a gobernar sobre Egipto y toda su casa. Vino
entonces hambre en todo Egipto y Kanaán, y grande tribulación; y nuestros
padres no hallaban alimentos. Mas al saber Yaakov que había alimentos en
Egipto, envió a nuestros padres la primera vez. Y en la segunda, fue
introducido al faraón, la familia de Yosef. Yosef entonces, hizo venir a su
padre Jacob, y a toda su familia, en número de setenta y cinco almas. Así
descendió Jacob a Egipto, donde murió él, y también nuestros padres; y fueron
trasladados a Siquem, y puestos en el sepulcro que Avraham, por precio de
plata, compró de los hijos de Jamor en Siquem. Pero cuando se acercaba el
tiempo de la promesa, que Di-os había dicho a Avraham, el pueblo creció y se
multiplicó en Egipto, hasta que se levantó en Egipto otro rey que no conocía a
Yosef. Éste, usando de astucia con nuestro pueblo, maltrató a nuestros padres,
a fin de que expusiesen a la muerte a sus infantes de pecho, para que no
sobrevivieran. Fue para entonces que nació Moshé, y fue agradable a Di-os; y
fue criado tres meses en casa de su padre. Mas cuando fue colocado a la
intemperie, la hija de Faraón le recogió y le adoptó como a hijo suyo. Y fue
educado Moshé en toda la sabiduría de los egipcios; y era poderoso en sus
palabras y obras. Cuando hubo cumplido la edad de cuarenta años, le vino al
corazón el visitar a sus hermanos, los hijos de Israel. Y al ver a uno que era
maltratado injustamente, lo defendió, e hiriendo de muerte al egipcio, vengó al
abusado. Pero él pensaba que sus hermanos comprendían que Di-os les daría
libertad por mano suya; mas ellos no lo entendieron. Y al día siguiente, se
presentó a unos que reñían, e intentaba ponerlos en paz, diciendo: Varones,
hermanos sois, ¿por qué os maltratáis el uno al otro? Entonces el que golpeaba
más a su prójimo le rechazó, diciendo: ¿Quién te ha puesto por gobernante y
juez sobre nosotros? ¿Quieres tú matarme, como mataste ayer al egipcio? Ante
esta palabra, Moshé huyó, y se hizo extranjero Pasados cuarenta años, un maláj
se le apareció en el desierto del monte Sinaí, en llama de fuego de una zarza.
Entonces Moshé, mirando, se maravilló de la visión; y acercándose para
observar, vino a él la voz de YHWH: Yo soy el Di-os de tus padres, Di-os de
Avraham, el de Yitzjak, y el de Ya'akov. Y Moshé, temblando, no se atrevía a
mirar. Y le dijo YHWH: Quita las sandalias de tus pies, porque el lugar en que
estás es tierra sagrada. Ciertamente he visto la aflicción de mi pueblo que
está en Egipto, y he oído su gemido, y he descendido para librarlos. Ahora,
pues, ven, para enviarte a Egipto. en tierra de Madián, donde engendró dos
hijos. A este Moshé, a quien rechazaron, diciendo: ¿Quién te ha puesto por
gobernante y juez?, a éste lo envió Di-os como gobernante y libertador por mano
del ángel que se le apareció en la zarza. Este los sacó, habiendo hecho
prodigios y señales milagrosas en tierra de Egipto, y en el Mar de Suf, y en el
desierto por cuarenta años. Este Moshé es el que dijo a los hijos de Israel:
Profeta os levantará YHWH vuestro Di-os de entre vuestros hermanos, como a mí.
Este es el que estuvo en la congregación en el desierto con el ángel que le
hablaba en el monte Sinaí, y con nuestros padres, y que recibió palabras de
vida que darnos; al que nuestros padres no quisieron obedecer, sino que le
desecharon, y en sus corazones se volvieron a Egipto, cuando dijeron a Aarón:
Haznos dioses que vayan delante de nosotros; porque a este Moshé, que nos sacó
de la tierra de Egipto, no sabemos qué le haya acontecido. Fue para entonces
que hicieron un becerro, y ofrecieron sacrificio al ídolo, y en las obras de
sus manos se regocijaron. Y Di-os se apartó, y los entregó a que rindiesen
culto a las huestes espirituales de maldad en las regiones celestes»; como está
escrito en el libro de los profetas: ¿Acaso me ofrecisteis sacrificios y
ofrendas vegetales En el desierto por cuarenta años, casa de Israel? Antes bien
llevasteis vuestras imágenes de Sicut" y Kium. Y Kojav vuestro dios que
os hicisteis, Figuras que os labrasteis para adorarlas. Os transportaré, pues,
más allá de Damasco. Aun cuando tenían nuestros padres el tabernáculo del
testimonio en el desierto, como había ordenado el que le dijo a Moshé que lo
hiciese conforme al modelo que había visto. El cual, recibido a su vez por
nuestros padres, lo introdujeron con Josué al tomar posesión de la tierra de
los gentiles, a los cuales Di-os arrojó de la presencia de nuestros padres,
hasta los días de David, quien halló gracia delante de Di-os, y pidió proveer
tabernáculo para el Di-os de Yaakov. Mas Salomón le edificó casa; si bien el
Altísimo no habita en casas de mano, como dice el profeta: El cielo es mi
trono, Y la tierra el estrado de mis pies. ¿Qué casa me podríais construir o
cuál es el lugar de mi reposo? ¿No hizo mi mano todas estas cosas? Dice YHWH.
¡Duros de cerviz, e incircuncisos de corazones y oídos! Vosotros resistís
siempre a la Rúaj HaKodesh; como vuestros padres, también vosotros. ¿A cuál de
los profetas no persiguieron vuestros padres? Y mataron a los que anunciaron de
antemano la venida del Tzadik, de quien ahora fuisteis capaces de entregar y
asesinar; vosotros que recibisteis la ley, por disposición de ángeles, y no la
guardasteis.
(Hechos 7:2-53 ECR)
Preste atención al testimonio del judío helenizado Shaúl de Tarso
Entonces Shaul, se levantó e
hizo señal de silencio con la mano, y dijo: Varones israelitas, y los temerosos
de Dios, oíd: El Di-os de este pueblo de Israel escogió a nuestros padres, y
enalteció al pueblo, siendo ellos extranjeros en tierra de Egipto, y con brazo
alzado los sacó de ella. Y por un tiempo como de cuarenta años los sustentó en
el desierto; y habiendo destruido siete naciones en la tierra de Kanaán, dio
sus tierras en herencia. Esto duró'y como cuatrocientos cincuenta años.
Después, les dio jueces hasta el profeta Samuel. Fue entonces que pidieron rey,
y Dios les dio a Saúl hijo de Cis, varón de la tribu de Benjamín, por cuarenta
años. Quitado éste, les levantó por rey a David, de quien dio también
testimonio diciendo: He hallado a David hijo de Isaí, varón conforme a mi
corazón, quien hará todo lo que Yo quiero. De la simiente de éste, y conforme a
la promesa, Di-os levantó a Yeshua por Salvador para Israel. Su llegada fue
precedida por la proclama de Yohanán demandando una purificación en agua como
señal de arrepentimiento a todo el pueblo de Israel. Mas cuando Yohanán
terminaba su carrera, dijo: ¿Qué? ¿Pensáis que yo soy? Yo no soy; mas he aquí
viene tras mí uno de quien no soy digno de desatar la sandalia de sus pies.
Varones hermanos, hijos del linaje de Avraham, y los que entre vosotros teméis
a Di-os, a nosotros fue enviada la palabra de esta salvación. Porque los
gobernantes de Yerushaláyim y los que estaban morando con ellos, no
reconociendo su identidad", ni la promesa de redención pasada
oralmente" por los profetas que se leen cada Shabat las cumplieron al
condenarle. Y sin hallar causa digna de muerte, pidieron a Pilato que se lo
mataran. Y habiendo cumplido todas las cosas que estaban escritas acerca de él,
bajándolo del madero, lo pusieron en un sepulcro. Mas Di-os le levantó de entre
los muertos. Y se apareció durante muchos días a los que habían subido
juntamente con él de Galilea a Yerushaláyim, los cuales son sus testigos ante
el pueblo. Y nosotros también os anunciamos las maravillosas noticias de la
promesa dada a los padres, la cual Di-os ha cumplido a nosotros, los hijos de
ellos, resucitando a Yeshua; como está escrito también en el salmo segundo: Mi
hijo eres tú, yo te he engendrado hoy. Y que le levantó de los muertos para
nunca más volver a corrupción, lo dijo así: Os daré las seguras misericordias
que di a David. Por eso dice también en otro salmo: No permitirás que tu Tzadik
vea corrupción. Porque a la verdad David, habiendo servido a su propia
generación haciendo la voluntad de Di-os, durmió, y aunque tuvo más alto
honor" que sus padres, vio corrupción. Mas aquel a quien Di-os levantó, no
vio corrupción. Sabed, pues, varones hermanos: que por medio de éste tzadik os
es anunciado perdón de pecados intencionales", y que de todo aquello de
que por la ley de Moshé no pudisteis ser justificados, en él es justificado
todo aquel que cree. Mirad, pues, que no venga sobre vosotros lo que está dicho
en los profetas: Mirad, entre las naciones y observad y maravillaos; Porque he
aquí que en vuestros días voy a hacer una Obra que no creeréis, aunque os la
cuenten .
(Hechos 13:16-41 ECR).
Preste atención al testimonio del judío Kefa.
Varones israelitas, oíd estas
palabras: Yeshua de Netzaret, varón aprobado por Di-os entre vosotros con obras
de poder, prodigios y señales que Di-os hizo entre vosotros por medio de él,
como vosotros mismos sabéis; a éste, entregado por el determinado consejo y
anticipado conocimiento de Dios, asesinasteis por manos de los que no conocen
la Ley`, colgándole del madero; al cual Di-os levantó, sueltos los dolores de
la muerte, por cuanto era imposible que fuese retenido por ella. Porque David
dijo de él: He puesto a YHWH siempre delante de mí; Porque está a mi diestra,
no seré conmovido. Por lo cual mi corazón se alegró, y se gozó mi lengua, Y aun
mi carne descansará en esperanza; Porque no dejarás mi alma en el Sheol, Ni
permitirás que tu Escogido vea corrupción. Me hiciste conocer los caminos de la
vida; A tu diestra está el gozo YHWH. Varones hermanos, se os puede decir
honestamente del patriarca David, que murió y fue sepultado, y su sepulcro está
con nosotros hasta el día de hoy. Pero siendo profeta, y sabiendo que Di-os
prometió con juramento que haría sentar en su trono a su descendiente,
anticipándolo, habló de la resurrección del Mashiaj, que su alma no fue dejada
en el Sheol, ni su cuerpo físico vio corrupción. A este Yeshua resucitó Di-os,
de lo cual todos nosotros somos testigos.
(Hechos 2:22-32 ECR)
Porque David no subió a los
cielos; pero él mismo dice: Dijo ADONAI a mi Adón": Siéntate a mi diestra,
Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies. Sepa, pues, toda la
casa de Israel, sin la menor sombra de duda, que a este Yeshua a quien vosotros
colgasteis del madero, Di-os lo hizo Adón y Mashiaj.
(Hechos 2:34-36 ECR)