lunes, 14 de octubre de 2013

¿De dónde proviene la maldad?

El corazón es lo más engañoso que hay, es perverso –¿quién podrá conocerlo? Yo, YHWH, escudriño el corazón, examino la mente –para dar a cada hombre según su camino y según el fruto de sus obras. 
(Jeremías 17:9-10 VIN)


La maldad del ser humano es causada por sus propios pensamientos, en su mente; lo que concibe en lo profundo de su ser: el corazón. Por ejemplo, decimos a la persona que amamos, te amo con todo mi corazón. ¿Qué quiere decir esto? Que la amamos con todo nuestro ser, con toda nuestra alma, con todo nuestros pensamientos. El corazón es símbolo de nuestro ser, nuestra mente, nuestros pensamientos. Decimos que una persona tiene el corazón duro, cuando la persona no es compasiva ni tiene misericordia. Decimos que una persona tiene el corazón podrido cuando la persona es perversa y malvada. Las Escrituras nos dicen que el corazón del hombre, osea los pensamientos del hombre, son engañosos y perversos.

En los tiempos de Noaj (Noé) se nos dice:

YHWH vio cuán grande era la maldad del hombre sobre la tierra, y cómo todo plan ideado por su mente no era sino perverso todo el tiempo. 
(Génesis 6:5 VIN)

Nuevamente se nos menciona que los pensamientos del ser humano son perversos, de continuo al mal. ¿De dónde se originó esta conducta del ser humano? Las Escrituras nos dicen:


Los dos estaban desnudos, el hombre y su  esposa, pero no sentían vergüenza. Ahora bien, la serpiente era más astuta que todos los animales salvajes que había hecho YHWH  Elohim; y le dijo a la mujer: ¿De veras que Elohim les  ha dicho que no coman de ningún árbol del huerto? La mujer le contestó a la serpiente: Podemos comer  del fruto de los otros árboles del huerto. Es solamente  del fruto del árbol que está en medio del huerto que  Elohim dijo: No coman de él ni lo toquen, para que no  mueran. Y la serpiente le dijo a la mujer: Ustedes  no van a morir; lo que pasa es que Elohim sabe que  tan pronto ustedes coman de él se les abrirán los ojos  y serán como los elohim, que conocen el bien y el mal. 
(Génesis 2:25-3:5 VIN)

¿Quién es la serpiente? La respuesta es: el corazón. Recuerde que el corazón representa los pensamientos del ser humano. ¿Qué dicen las Escrituras acerca de nuestro corazón? ¡Que el corazón del hombre es lo más engañoso que hay! Osea, que nuestros pensamientos son los que nos engañan.

El relato en Génesis es una representación de la comunicacíón entre la conciencia del hombre y sus pensamientos. Se nos dice que se nos prohibe tocar y comer de un árbol en particular y entonces comenzamos a maquinar, ¿qué pasa si desobedecemos la orden? Concebimos en nuestras mentes la acción a tomar y la  ejecutamos.

Yeshúa (Jesús) dice acerca de nuestra inclinación  hacer el mal, osea de nuestro corazón, de nuestros pensamientos:

Vosotros sois de vuestro padre, del diablo,° y los deseos de vuestro padre queréis hacer; él era homicida desde un principio y no se mantuvo en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de lo suyo habla, pues es mentiroso y padre de ella.° 
(Juan 8:44 BTX3)

¿Quién es el diablo? ¡Nuestro corazón! ¡Nuestros pensamientos! Nuevamente recuerde que nuestro corazón es engañoso y perverso. El diablo es nuestro y interior que se revela siempre en contra de nuestra conciencia convirtiéndose por lo tanto en nuestro adversario ( éste es el significado de la palabra hebrea satán). ¿ Nuncas has oido la expresión: Yo soy mi peor enemigo? Son nuestros pensamientos quienes nos engañan y nos calumnian. La palabra hebrea satán significa adversario, calumniador y representa a nuestra inclinación al mal, nuestro corazón. Nuestro Maestro dijo:

Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos: fornicaciones, hurtos, homicidios, adulterios, avaricias, maldades, engaño, sensualidad, envidia, maledicencia, soberbia, insensatez. Todas estas maldades salen de adentro y contaminan al hombre. 
(Marcos 7:21-23 BTX3)

Lo mismo lo dice su hermano Yaacob (Santiago).

Cuando alguien se ve tentado no diga que Elohim lo tienta; porque a Elohim no lo tienta el mal, y él no tienta a nadie. Pero a cada uno le viene la tentación cuando su propia pasión lo arrastra y lo seduce. Luego la pasión, después de haber concebido, da a luz el pecado; y el pecado, una vez que se lleva a cabo, engendra la muerte. 
(Santiago 1:13-15 VIN2011)


Esta inclinacíon al mal existe solamente en los seres humanos, ¡y Yeshúa vino a enseñarnos a liberarnos de ella! Por eso el emisario Shaúl de Tarso (apóstol Pablo) dice:

No me explico mi conducta: pues no practico lo que quiero, sino que lo que aborrezco, eso es lo que hago. Ahora, si lo que no quiero hacer es lo que hago, estoy de acuerdo en que la ley es buena. Pero entonces ya no soy yo el que actúa así, sino el pecado que mora en mí. Yo sé que en mí, es decir, en mi naturaleza carnal, el bien no es permanente. Porque hay en mí el deseo de hacer el bien, pero no alcanzo a realizarlo. No hago el bien que quiero hacer; en cambio, el mal que no quiero hacer, eso es lo que hago. Ahora, si lo que no quiero hacer es lo que hago, ya no soy yo quien actúa así sino el pecado que mora en mí. Así que cuando quiero hacer el bien me encuentro con la realidad de que el mal está presente en mí. En mi ser interior, me deleito en la Torah de Yahweh; pero en mi cuerpo percibo un principio diferente que combate contra la inclinación de mi mente y que me hace prisionero de ese principio de pecado que hay en mi cuerpo. ¡Desgraciado de mí! ¿Quién me librará de esta realidad que me lleva a la muerte? ¡Gracias a Elohim que cuento con Yahoshúa el Mashíaj, nuestro Maestro! Así que yo mismo con la mente le sirvo a la Torah de Yahweh; aunque mi cuerpo esté sujeto al principio del pecado. 
(Romanos 7:15-25 VIN2011)

Lo mismo dice otro de los discípulos de Yeshúa:

El que practica el pecado es del Acusador, porque el Acusador peca desde el principio. Para esto fue manifestado el Hijo de Elohim: para deshacer las obras del Acusador. 
(1 Juan 3:8 VIN2011)

¿Quién es el acusador? ¡Nuestra mente! ¡Nuestro corazón! El Hijo de Elohim vino para deshacer las obras del corazón malo del ser humano. Por eso Yeshúa dijo que había que nacer de nuevo, con un nuevo espíritu, uno de continuo al bien. La voluntad de nuestro Creador es que hagamos el bien pero es nuestra decisión el querer hacerlo. Él nos nada la opción de escoger entre hacer el bien y el mal y nos dice: ¡escoge el bien para que vivas! Gracias a nuestro Maestro podemos ahora aprender de él y hacer el bien. Sus enseñanzas son las mismas de su Padre, nuestro Creador quien nos bendijo no solo con el regalo del perdón de nuestras maldades sino también con el regalo de su enseñanza, la Torá (palabra hebrea que significa enseñanza e instrucción).

Lávense y límpiense, aparten sus malas acciones de mi vista. Dejen de hacer el mal; aprendan a hacer el bien. Dedíquense a la justicia; ayuden al oprimido, apoyen los derechos del huérfano, defiendan la causa de la viuda. Vengan, lleguemos a un entendimiento –dice YHWH. Aunque sus pecados sean como la grana, pueden volverse blancos como la nieve; aunque sean rojos como el carmesí, pueden volverse como blanca lana”. 
(Isaías 1:16-18 VIN)

apártate de mal y haz el bien; busca la paz y síguela. Los ojos de YHWH están sobre los justos, y sus oídos atentos a su clamor. 
(Salmos 34:14-15 VIN)

Apártate del mal, y haz el bien, 
Y vivirás para siempre. 
(Salmos 37:27 RV1960)

Pero a vosotros, los que estáis oyendo, digo: Amad a vuestros enemigos, haced bien° a los que os aborrecen, bendecid a los que os maldicen, orad por los que os maltratan
(Lucas 6:27-28 BTX3)

Más bien, amad a vuestros enemigos, y haced bien, y dad prestado no esperando nada, y vuestro galardón será grande, y seréis hijos del Altísimo, porque Él es bondadoso hacia los ingratos y malvados. 
(Lucas 6:35 BTX3)

No seas vencido por lo malo, sino vence con el bien el mal. 
(Romanos 12:21 BTX3)

Ninguno busque su propio bien, sino el del otro. 
(1 Corintios 10:24 BTX3)

No nos cansemos pues de hacer el bien, que a su tiempo cosecharemos, si no desfallecemos. 
(Gálatas 6:9 BTX3)

Apártese del mal, y haga el bien, Busque la paz, y sígala.° 
(1 Pedro 3:11 BTX3)

Nuestro Padre Celestial nos envió un libertador y salvador de nuestra conducta a hacer el mal. Su nombre es Yeshúa que significa YHWH liberta/salva. Él es Maestro, el modelo a seguir de como vivir una vida sin hacer el mal. ¡Aprendámos todos de él!

Amen.


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