viernes, 4 de octubre de 2013

Toda la Biblia es acerca de una nación: ISRAEL

 El Eterno le dijo a Abram: «Vete de tu tierra, de tus familiares y de la casa de tu padre, a la tierra que he de mostrarte. Y Yo te convertiré en una gran nación; te bendeciré y engrandeceré tu nombre, y tú serás una bendición.

(Génesis 12:1-2 Tora 1999)



Hay una sola nación que no ha sido creada por el hombre, la nación de Israel. Pués está escrito que El Eterno le dijo a Abram:

"te convertiré en una gran nación"


Además le dijo:

Y Él le dijo a Abram: «Sabrás con certeza que tus descendientes serán extraños en una tierra que no es la suya y los esclavizarán y los afligirán cuatrocientos años. Pero también, la nación que ellos han de servir, Yo la juzgaré, y luego se irán de allí con grandes riquezas. En cuanto a ti: irás a tus antepasados en paz; serás enterrado en buena vejez. Y la cuarta generación retornará aquí, pues la iniquidad del amorreo no se habrá colmado hasta entonces». Y cuando el sol se puso y estaba muy oscuro, he aquí que había un horno lleno de humo y una antorcha de fuego que pasó por entre las partes. Ese día, El Eterno hizo un pacto con Abram, diciendo: «A tus descendientes he dado esta tierra, desde el río de Egipto hasta el gran río, el río Éufrates: al kenita, al kenizita y al kadmonita; al jeteo, al perizeo, y los refaim; al amorreo, al cananeo, al girgasheo y al iebuseo».
(Génesis 15:13-21 Tora 1999)

La promesa se cumplió, mostrándose así que el único y verdadero dios es el dios de Israel, El Eterno (YHWH).

Cuando te traiga El Eterno, tu Dios a la Tierra a la que vienes para poseerla, muchas naciones serán expelidas de ante ti: el jeteo, el girgasheo, el amorreo, el cananeo, el perizeo, el jiveo, y el iebuseo, siete naciones más grandes y más poderosas que ti, y cuando El Eterno tu Dios las entregare ante ti, y las derribares, las destruirás por completo; no sellarás un pacto con ellas ni les tendrás consideración. No te casarás con ellas; no le darás tu hija a su hijo y no tomarás su hija para tu hijo, pues él hará que tu hijo se aleje de Mí y adore los dioses de otros; entonces la ira de El Eterno ardería contra ti y Él te destruiría rápidamente. En cambio, esto es lo que les harás: sus altares quebrarás, sus columnas destruirás, sus árboles sagrados cortarás y sus imágenes talladas quemarás con fuego. Pues un pueblo sagrado eres para El Eterno, tu Dios; El Eterno, tu Dios, te ha elegido para que seas para Él un pueblo atesorado entre todos los pueblos que hay sobre la faz de la tierra. No por ser los más numerosos entre todos los pueblos es que El Eterno os deseó y os eligió, pues sois los menos numerosos entre todos los pueblos. Sino que a causa de Su amor hacia vosotros, y por cuidar el juramento que juro a vuestros padres, El Eterno os sacó con mano fuerte y os redimió de la casa de la esclavitud, de la mano del Faraón, rey de Egipto. Debes saber que El Eterno, tu Dios, Él es el Dios, el Dios fiel, Quien guarda el pacto y la benevolencia para los que Lo aman y para los que observan Sus preceptos, por mil generaciones. Y Él paga a Sus enemigos en su vida para hacer que perezcan; Él no se demora con Su enemigo: Le paga en su vida. Observarás el precepto y los decretos y las ordenanzas que yo te ordeno hoy, para que las realices.
(Deuteronomio 7:1-11 Tora 1999) 


El pueblo de Israel fue amonestado con respecto a la desobediencia al pacto hecho entre El Eterno e Israel y les dijo:

El Eterno te dispersará entre todos los pueblos, desde un confín de la tierra hasta el otro confín de la tierra, y allí trabajarás los dioses de madera y de piedra de otros, a quienes no conociste, ni tú ni tus antepasados.
(Deuteronomio 28:64 Tora 1999)

Pero también les dijo:

Ocurrirá que cuando todas estas cosas te acontezcan, la bendición y la maldición que he presentado ante ti, entonces las llevarás a tu corazón entre todas las naciones donde te ha dispersado El Eterno, tu Dios; y regresarás con El Eterno, tu Dios, y escucharás Su voz, según todo lo que te ordeno hoy, tú y tus hijos, con todo tu corazón y toda tu alma. Entonces El Eterno, tu Dios, te traerá de regreso de tu cautiverio y tendrá compasión de ti, y te reunirá de entre todos los pueblos a los que te dispersó El Eterno, tu Dios. Si tus dispersos estuvieren en los confines del cielo, desde allí El Eterno, tu Dios, os reunirá y desde allí os tomará. El Eterno, tu Dios, te traerá a la Tierra que poseyeron tus antepasados y que tú poseerás. El hará el bien contigo y te hará más numeroso que tus antepasados. El Eterno, tu Dios, circuncidará tu corazón y el corazón de tu simiente, para amar a El Eterno, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma, para que vivas.
(Deuteronomio 30:1-6 Tora 1999)

Esta promesa no está cumplida del todo. Sin embargo los profetas de Israel hablaron sobre su cumplimiento en el fin de la era.

Y tú, hijo de hombre, así dice Adonay YHVH: Di a las aves de toda especie, y a todas las fieras del campo: ¡Juntaos y venid! ¡Reuníos de todas partes a mi festín que preparo para todas vosotras! ¡Un gran sacrificio sobre los montes de Israel para que comáis carne y bebáis sangre! Comeréis carne de poderosos y beberéis la sangre de los príncipes de la tierra: carneros, corderos, machos cabríos, bueyes y toros, todos ellos engordados en Basán. Comeréis grosura hasta hartaros, y beberéis hasta embriagaros sangre de las víctimas que he sacrificado para vosotros. Os hartaréis en mi mesa con caballos y jinetes, con capitanes poderosos y con todos sus guerreros, dice Adonay YHVH. Y pondré mi gloria entre las naciones, y todas las naciones verán mi juicio que habré ejecutado, y la mano mía que pongo sobre ellas. Y de aquel día en adelante la casa de Israel sabrá que Yo soy YHVH su Dios. Y las naciones sabrán que la casa de Israel fue llevada cautiva por su pecado, por cuanto se rebelaron contra mí, y Yo les oculté mi rostro, y los entregué en manos de sus enemigos, y todos ellos cayeron a espada. Conforme a su inmundicia y conforme a sus rebeliones que hice con ellos, y les oculté mi rostro. Por tanto, así dice Adonay YHVH: Ahora haré volver la cautividad de Jacob y tendré misericordia de toda la casa de Israel, y me mostraré celoso por mi santo Nombre. Y ellos sentirán vergüenza de toda su rebelión con que prevaricaron contra mí, cuando habiten en su tierra con seguridad, y no haya quien los espante, cuando los haya sacado de entre los pueblos, y reunido de la tierra de sus enemigos, y sea santificado en ellos ante los ojos de muchas naciones. Y sabrán que Yo soy YHVH su Dios, cuando después de haberlos llevado al cautiverio entre las naciones, los reúna sobre su tierra sin dejarme a ninguno de ellos. Y no volveré a ocultarles mi rostro, porque habré derramado de mi Espíritu sobre la casa de Israel, dice Adonay YHVH.
(Ezequiel 39:17-29 BTX3)

La Biblia es un conjunto de escritos que tienen uniformidad y continuidad, Juan describió la profecía de Ezequiel así:

Y vi el cielo abierto,° y he aquí un caballo blanco, y el que lo monta es el Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y guerrea. Sus ojos son llama de fuego,° y hay muchas diademas sobre su cabeza, donde tiene un nombre escrito el cual nadie conoce, sino Él mismo. Está vestido con ropas empapadas en sangre,° y su nombre es: EL VERBO° DE DIOS. Y los ejércitos celestiales,° vestidos de lino fino, blanco y limpio, lo seguían en caballos blancos. De su boca sale una espada aguda, para herir con ella a las naciones, y las pastoreará° con vara de hierro.° Él pisará el lagar del vino del furor de la ira del Dios Todopoderoso.° Y en la vestidura y en su muslo tiene un nombre escrito: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES. Entonces vi a un ángel que estaba de pie en el sol, y clamó a gran voz, diciendo a todas las aves que vuelan en medio del cielo:° ¡Venid, congregaos para el gran festín de Dios! Para que comáis carne de reyes, y carne de tribunos, y carne de potentados, y carne de caballos y de quienes los montan; y carne de todos, tanto de libres como de esclavos, de pequeños y de grandes.° Y vi a la bestia, y a los reyes de la tierra y a sus ejércitos, reunidos para hacer la guerra contra el que montaba en el caballo y contra su ejército. Y la bestia fue apresada, y con ella el falso profeta que había hecho las señales delante de ella, con las cuales había engañado a los que recibieron la marca de la bestia, y a los que adoran su imagen.° Los dos fueron arrojados vivos al lago de fuego que arde con azufre. Y los demás fueron muertos con la espada que salía de la boca del que montaba en el caballo; y todas las aves fueron saciadas con la carne de ellos.
(Apocalipsis 19:11-21 BTX3)

Después de esto dice el profeta Ezequiel:

y les dirás: Así dice Adonay YHVH: He aquí, Yo tomo a los hijos de Israel de entre las naciones adonde fueron, y los recogeré de todas partes, y los traeré a su propia tierra. Y haré de ellos una nación en la tierra, en los montes de Israel, y un rey será a todos ellos por rey, y nunca más serán dos naciones, ni nunca más serán divididos en dos reinos, ni se contaminarán más a sí mismos con sus ídolos, con sus abominaciones y con todas sus rebeliones. Y los salvaré de todas sus rebeliones con las cuales pecaron y los limpiaré, y me serán por pueblo, y Yo a ellos por Dios. Mi siervo David será rey sobre ellos, y todos ellos tendrán un solo pastor, y andarán en mis preceptos, y guardarán mis estatutos, y los pondrán por obra. Habitarán en la tierra que di a mi siervo Jacob, donde habitaron vuestros padres. En ella habitarán ellos, sus hijos y los hijos de sus hijos para siempre, y mi siervo David será príncipe de ellos para siempre. Y haré un pacto de paz con ellos. Será un pacto perpetuo con ellos, y los estableceré y los multiplicaré, y pondré mi Santuario entre ellos para siempre. Mi Tabernáculo estará en medio de ellos, y seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo. Y las naciones sabrán que Yo, YHVH, soy el que santifico a Israel, cuando mi Santuario esté en medio de ellos para siempre.
(Ezequiel 37:21-28 BTX3)

Lo mismo fue descrito en la visión de Juan:

Y vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existe más. Y a la santa ciudad, la nueva Yerushaláyim, la vi descender del cielo de parte de YHWH, preparada como una novia adornada para su esposo. Oí una gran voz que procedía del trono diciendo: “Esta es la Morada de YHWH con los hombres, y él habitará con ellos; y ellos serán su pueblo, y YHWH mismo estará con ellos como su Elohim.
(Apocalipsis 21:1-3 VIN)

Como es mostrado con estos textos, toda la Biblia es acerca de la nación de Israel. ¿Eres parte de esa nación? El nuevo pacto fue hecho con los dos reinos del que habla el profeta Ezequiel:

"nunca más serán dos naciones, ni nunca más serán divididos en dos reinos"

¿Sábes cuáles son estos dos reinos? Son con los cuales fue hecho el Nuevo Pacto.

He aquí que vienen días, dice YHVH, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá.
(Jeremías 31:31 BTX3)

La Casa de Israel y la Casa de Judá, los dos reinos en que fue dividida la nación de Israel. ¿Qué dice el profeta Ezequiel?

 "haré de ellos una nación en la tierra, en los montes de Israel, y un rey será a todos ellos por rey"

¡Esa nación es Israel!

Recuerda lo que dijo el emisario Shaúl (Apóstol Pablo):

Digo, pues: ¿Ha desechado Di-os a su pueblo? ¡Ni se les ocurra la idea! ...
(Romanos 11:1 CDG)

En aquel tiempo estabais sin Mashiaj, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Di-os en el mundo. Pero ahora en Mashiaj Yeshua, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos[14] por el alma de Mashiaj.
(Efesios 2:12-13 CDG)

Y si vosotros sois de Mashiaj, entonces sois descendencia de Avraham y herederos del mundo por venir según la promesa.
(Gálatas 3:29 CDG)

Si las primicias son kadosh, también lo es la masa de donde es tomada[84]; y si la raíz es kadosh, también lo son las ramas. Pues si algunas de las ramas fueron desgajadas, y tú, siendo olivo silvestre, has sido injertado entre ellas[85], y has sido hecho participante de la raíz y de la rica savia del olivo, no te jactes contra las ramas; y si te jactas, sabe que no sustentas tú a la raíz, sino la raíz a ti.
(Romanos 11:16-18 CDG)

¡Paz (Shalom)!

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